lunes, 21 de julio de 2008

SALUD MENTAL Y ENFERMERIA

SALUD MENTAL y ENFERMERÍA

Evolución del concepto de enfermedad mental Tendencias conceptuales en la actualidad Papel de Enfermería en una Unidad de Hospitalización Psiquiatrica



EVOLUCION DEL CONCEPTO DE ENFERMEDAD Y SALUD MENTAL

Las enfermedades mentales han sido detectadas desde tiempos remotos, así se demuestra en escritos griegos, egipcios,...en los que se mencionan síntomas que en la actualidad podrían ser considerados como evidencia de enfermedades mentales subyacentes. Sin embargo, en esta época el origen de las enfermedades mentales y también de las físicas era atribuido a espíritus endemoniados o a otras génesis de carácter mágico-religioso.

En el período Greco-romano aparece por primera vez en la Historia la atribución de causas orgánicas al origen y estado patológico.

Durante la Edad Media se establecen racionalizaciones teológicas y explicaciones de carácter mágico-religioso que conllevan el alejamiento o, en algunos casos, "la hoguera" para los pacientes afectos de enfermedad mental, constituyéndose este período en lo que se puede considerar en la actualidad como "era de la alienación", caracterizada en definitiva por la exclusión social más o menos ritualizada.

Durante el S. XVII se desarrolló como contraposición al período anterior una tendencia a proteger y amparar a los pacientes mentales, lo que generalmente conllevaba un confinamiento de los mismos en diferentes tipos de asilos u hospitales.

El final del S. XVIII y principios del XIX, es una etapa en la que se desarrolla lo que ha venido en considerarse como la era del "tratamiento moral" en el cual estaban continuamente presentes no solamente las cadenas, si no también la guillotina. Se debe a Philippe PINEL (1793) en Francia, y a Willian TUKE (1796) en Inglaterra el inicio de la tendencia a liberar de las cadenas a los pacientes mentales y la supresión de la angustia por la responsabilidad que supone el tratamiento en libertad de la locura.

A finales del S. XIX y comienzos del XX se inicia una nueva tendencia caracterizada por la creación y desarrollo de los hospitales mentales y/o psiquiátricos. Justamente es en ese momento cuando surge la profesión de Enfermería, especialmente de Enfermería Psiquiátrica a pesar de que las funciones de enfermería habían existido desde la antigüedad. Theodor y Friederieke FLIEDNER inauguran la primera escuela de enfermería en Alemania en 1836. Esta escuela fue visitada por Florence NIGHTINGALE, antes de inaugurar la Escuela del Hospital Santo Tomas en Londres.

En 1858 Nigthtingale indicaba que el objetivo fundamental de la Enfermería era situar al paciente en el mejor estado posible para que la Naturaleza actuase sobre el mismo.

En 1880 surge la primera Escuela de Enfermería Psiquiátrica en América y dos años más tarde 90 enfermeras fueron graduadas.

A finales del S. XIX existía personal de enfermería en varios hospitales mentales que se encargaban tanto de la administración de medicación (hidrato de cloral y paraldehído), como la supervisión del uso de hidroterapia, cuidados físicos y nutricionales. En esta época la mayor parte de las funciones eran custodiales, mecánicas y especialmente dirigidas por Psiquiatras.

KRAEPELIN en 1899, consideraba en su "Tratado de Psiquiatra" los inicios de una construcción clínica encaminada a desarrollar una nosografía que identificase para cada trastorno una base orgánica de tipo cerebral.

Durante el primer cuarto del presente siglo aparecen las teorías de la relación interpersonal y emocional como dimensiones que influyen en la enfermedad mental, incluyendo, por tanto necesidades de tratamiento del "medio" donde se desarrolla la enfermedad mental, hecho este que ha generado nuevas funciones para la Enfermería Psiquiátrica, ya que desde entonces participa e interviene en el tratamiento comunitario, familiar y de grupo.

TENDENCIAS CONCEPTUALES EN LA ACTUALIDAD

Las modernas concepciones de Salud han sido recogidas en la década de los setenta a través de la OMS y formuladas a raíz de la Conferencia de Alma-Ata. A partir de este momento se define la Salud, como una yuxtaposición de grados de bienestar en los campos psíquico, físico y social, y no solo como ausencia de enfermedad. Estos diferentes grados de salud potencial permanecen, por tanto, vinculados a variantes biológicas, psicológicas y del entorno.

En las últimas décadas se han desarrollado varias situaciones de consenso fundamentalmente patrocinadas por la OMS, a través de su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), en especial a lo que se refiere a trastornos mentales y del comportamiento, y por la APA (Asociación Americana de Psiquiatría) en los desarrollos del sistema DSM.

Estos dos últimos esfuerzos de grupos de profesionales de la Psiquiatría han sucedido a otras tendencias denominadas "antipsiquiátricas", vinculadas fundamentalmente a los movimientos de derechos civiles que se desarrollaron en torno a la década de los sesenta, y que obtuvieron un gran impacto en los medios de comunicación y en la propia practica clínica.

Consecuencia del modelo antipsiquiátrico, que pone especial énfasis en los aspectos psicosociales, tanto de la salud como de la enfermedad mental, ha resurgido el modelo de Psiquiatría Biológica, que ha vuelto a tomar gran relevancia en la actualidad y que ha profundizado de nuevo en las raíces médicas del quehacer clínico.

En síntesis, se podría asumir que la atención a la salud y a la enfermedad mental sigue centrada en la patología del cerebro y del sistema nervioso en general, pero enriquecida por las aportaciones comunitarias de la Sociología y de las diferentes ramas de la Psicología.

La Enfermería Psiquiátrica podría definirse como una especialidad de las Ciencias de la Salud y Antropológicas, capaz de estudiar no solo las causalidades biológicas, si no también las motivaciones psicológicas, psicodinámicas y los condicionantes socioculturales de la enfermedad mental en sus múltiples formas, aplicando los cuidados y la atención pertinentes.

Virginia HENDERSON, en 1979, establece una de las definiciones clásicas de Enfermería considerando a estas como el "encuentro" con un paciente y su familia, durante el cual el personal de enfermería observa, ayuda, comunica, atiende y enseña; contribuye además a la conservación de un estado óptimo de salud y proporciona cuidado durante la enfermedad, hasta que el paciente es capaz de asumir la responsabilidad inherente a plena satisfacción de sus propias necesidades básicas como ser humano.



EL PAPEL DE ENFERMERIA EN UNA UNIDAD PSIQUIATRICA DE HOSPITALIZACION.

Las Unidades Psiquiátricas en los Hospitales Generales tienden en la actualidad a convertirse en un medio en el cual todo lo que se hace puede ser terapéutico y todos los que lo hacen son terapeutas, lo cual requiere que todos los miembros del equipo multidisciplinario estén aprovechados, contribuyendo al máximo en la asistencia que se preste.

Este planteamiento de comunidad terapéutica exige que aparezca la descentralización de la toma de decisiones, desplazándose ésta a la totalidad de los miembros del grupo. En función de estos objetivos y de su análisis posterior, las Unidades Psiquiátricas de Hospitalización han de pasar necesariamente por el equipo, circulando entre este un máximo de información posible.

El trabajo en equipo asume, pues, un papel fundamental si se parte de la base de que el interés debe desplazarse de las personas concretas a la actuación en grupo. Cada miembro de éste debe afrontar la responsabilidad que significa saberse agente terapéutico.

Su actuación es, por tanto, importante en el proceso de la enfermedad. Esta concepción grupal de la actuación terapéutica supone la implicación de profesionales de otras ciencias, como las de la Conducta (Psicólogos) o las Sociales (Trabajadores Sociales), lo que conlleva una mayor responsabilidad y trabajo, aunque éste en definitiva, adopta un aspecto gratificante en tanto en cuanto el grupo es el ámbito de confrontación de los problemas, se pueden adoptar unos objetivos adecuados llevados a la práctica por todos, las decisiones son siempre revisables, las funciones se flexibilizan aunque se vigila estrechamente todo desdibujamiento de las mismas; en definitiva, es el grupo el sostén básico de las Unidades Psiquiátricas en los Hospitales Generales.

Como parte activa del equipo asistencial, la Enfermería adquiere un papel, que fundamentalmente, viene dado por aquello que se decida en las reuniones del grupo. Las funciones se van difuminando pero la jerarquización del trabajo no debe estar alterada.

El hecho de que el personal de enfermería conviva prácticamente las veinticuatro horas del día con el paciente ingresado en una Unidad Psiquiátrica de Hospitalización, dota a este de un papel muy importante en la practica asistencial diaria. Pero este hecho está en función de lo que el equipo decida, de cuál va a ser el papel del equipo de enfermería dentro del mismo.

En definitiva el papel de la enfermería dentro del equipo psiquiátrico es igual al de otro miembro del mismo, siempre en función de la formación del personal, que no debe ser abandonada en ningún momento para seguir en constante evolución.

La Enfermería tiene y debe de asumir un papel dentro del equipo de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica diferente al tradicional de meros cuidadores vigilantes

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