domingo, 27 de julio de 2008

COMODIDAD DEL PACIENTE

COMODIDAD DEL PACIENTE CONECTADO A VENTILACIÓN MECÁNICA


Es una de las principales obligaciones del personal de enfermería, el prestar los cuidados necesarios para que el paciente conectado a VM se encuentre tan cómodo como se posible.



El tubo endotraqueal, que deberá permanecer fijado para evitar los desplazamientos indeseados del mismo, deberá ser cambiado al otro lado de la boca de forma cíclica, con el fin de evitar ulceraciones en la comisura de los labios. Asimismo la cinta adhesiva que sujeta el tubo deberá ser cambiada periódicamente y limpiada la zona, se volverá a colocar en otra zona distinta a la anterior. En el caso de usar otros dispositivos, nos aseguraremos tanto de la fiabilidad del mismo así como nos cuidaremos que su empleo no produzca daño alguno sobre la piel del paciente.



El aseo del paciente conectado a VM, se realizará igual que el de cualquier paciente encamado, pero teniendo presente algunos cuidados específicos:



El aseo total del paciente deberá ser realizado por la enfermera encargada de su cuidado y un auxiliar de enfermería, y durante el mismo deberá controlar todos aquellos cambios que se puedan producir tanto en las constantes vitales del paciente como en la sincronía del paciente con el ventilador, sobre todo en los decúbitos laterales. Asimismo deberá cuidar durante la manipulación del paciente que el tubo endotraqueal no se desplace de su localización.



Previo al aseo general, será conveniente retirar la perfusión de alimentos a través de la S.N.G. al menos una hora antes de iniciar el mismo, con el objeto de impedir el reflujo gástrico que podría surgir como consecuencia de los distintos decúbitos.



El aseo de la boca deberá de realizarse periódicamente, siendo aconsejable hacerlo al menos cada doce horas: por la mañana, previamente al comienzo de la nutrición enteral por S.N.G. y antes del control radiográfico a que estos pacientes suelen estar sometidos diariamente, con el objetivo de visualizar la localización del tubo una vez concluidos los cuidados de la boca. Y por la noche coincidiendo con el aseo total.

Las zonas más accesibles deberán ser limpiadas mediante una torunda empapada en un antiséptico, el resto deberá limpiarse instilando con una jeringuilla el antiséptico a la vez que lo retiramos mediante una aspiración suave con una sonda de pequeño calibre y de forma intermitente, con el fin de no dañar la mucosa oral. Esta maniobra deberá ser realizada con suma delicadeza, pues el paciente puede presentar un reflejo nauseoso que puede desencadenar un vómito. Previo a esta maniobra, deberemos comprobar la perfecta estanqueidad que debe presentar el neumotaponamiento.



Para prevenir úlceras por decúbito y asegurar una óptima ventilación, hágale cambios posturales al menos cada dos horas. Hemos de tener presente que la dependencia de la ventilación mecánica, no debe ser obstáculo para que podamos sentar al paciente, y si no existe ningún inconveniente, sería aconsejable sentarlo en una silla por un breve espacio de tiempo. En relación con los cambios posturales, es conveniente recordar que un paciente en los decúbitos laterales, puede sufrir alteraciones en la relación ventilación/perfusión que agraven una hipoxemia preexistente.

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