domingo, 3 de mayo de 2009

SEPSIS Y SHOCK SEPTICO


Pontificia Universidad Católica de Chile
Facultad de Medicina
Programa de Medicina Intensiva
Apuntes de Medicina Intensiva



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Sepsis y Shock Séptico

Dr. Alberto Dougnac L.


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Introducción

Uno de los avances conceptuales más significativos alcanzados en los últimos años en relación a la sepsis y sus complicaciones posteriores, es la introducción del concepto de Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SRIS), definido como aquel cuadro clínico que se caracteriza por presentar al menos dos de los siguientes criterios:

Temperatura >38º C ó < 36º C;
Frecuencia cardíaca > 90 latidos por minuto;
Frecuencia respiratoria superior a 20 por minuto ó PaCO2 < 32 mm Hg;
Recuento de leucocitos > 12.000 por mm3 ó < 4.000 por mm3 ó más de 10% de elementos inmaduros.




Figura 1. Respuesta del huésped.


Conceptualmente éste traduce una participación activa del huésped frente a procesos que coaccionan destrucción celular o ante la invasión por organismos patógenos. Hoy sabemos que el huésped es capaz de montar una respuesta activa, inespecífica frente a injurias de origen infeccioso o no infeccioso, liberando sustancias que actuando en forma local son responsables de mantener la homeostasis, pero en caso de ser sobrepasadas son capaces de inducir una respuesta sistémica desencadenando cuadros de SRIS, sepsis o shock (fig. 1).

Dentro de la patogénesis de la respuesta inflamatoria, Bone identifica tres etapas: La primera se caracteriza por la producción local de mediadores inflamatorios en respuesta a la injuria, los cuales actuando en forma autocrina o paracrina inician la respuesta inflamatoria local. Activan el sistema Monocito- Macrófago, sistema retículo endotelial, cascada de la coagulación y sistema del Complemento, restableciendo la homeostasis y favoreciendo los procesos de reparación tisular. La segunda etapa está marcada por el paso de pequeñas cantidades de mediadores a la circulación, los cuales actuando en forma endocrina, incrementan los fenómenos defensivos locales, estimulan la síntesis de proteínas de fase aguda y factores de crecimiento a la vez que induce la producción y liberación de antagonistas endógenos de la inflamación. La tercera, se caracteriza por una reacción sistémica masiva determinada por el paso de gran cantidad de mediadores inflamatorios a la circulación (citoquinas, prostaglandinas, bradicininas, etc.), determinando una activación sostenida y generalizada de la cascada inflamatoria con pérdida de integridad microcirculatoria y daño de órganos a distancia.

Desde el punto de vista clínico, la etapa I de Bone se caracteriza por fenómenos inflamatorios locales, la etapa II por la presencia de signos clínicos y de laboratorio que ponen de manifiesto la activación sistémica de la cascada inflamatoria (SRIS) y la etapa III por presentar además de los anteriores signos, alteración del funcionamiento de diversos órganos o sistemas. Resulta muy importante insistir que estos fenómenos pueden originarse por noxas de origen infeccioso (bacterias, virus, hongos, etc.), o no infeccioso (trauma, grandes quemados, pancreatitis, etc.).

Entenderemos por Sepsis, a la respuesta sistémica a la infección, o en otras palabras, como aquel Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica que resulta como consecuencia de un proceso infeccioso demostrado.



Activación del sistema Monocito-Macrófago

La endotoxina (LPS) es uno de los estímulos más poderosos y mejor estudiados en la activación del sistema inflamatorio. Es un lipopolisacárido compuesto, formado por un componente antigénico variable (cadena O específica más un oligosacárido) y por una porción mas o menos constante denominada Lípido A. Esta última es una molécula estructuralmente compleja, compuesta por un componente hidrofílico (azúcar) y otro lipofílico (ácido graso). El Lípido A es el responsable de gatillar la respuesta del huésped frente a infecciones por gérmenes Gram (-). Como señaláramos anteriormente, cuando este proceso es activado en forma local, participa en el control de la infección y en la activación de los mecanismos de reparación. Cuando la endotoxina invade el torrente circulatorio, se une a una variada gama de proteínas (albúmina, lipoproteínas, complemento, etc) destacando sin embargo una especial afinidad por una proteína ligante específica (proteína de fase aguda de síntesis hepática) denominada proteína ligante de lipopolisacáridos (LBP). Este complejo LPS-LBP entra en contacto con el monocito a nivel sanguíneo o con el macrófago a nivel tisular, produciendo la activación celular (fig. 2). Esta interacción es mediada por un receptor específico de membrana (CD14) presente en células inmunocompetentes, el cual al ser activado transmite la señal al intracelular a través de una proteína de transmembrana (TLR4 para Gram negativos y TLR2 para Gram positivos) las cuales inducen la activación de mediadores intracelulares (proteína kinasas y NFk b ) que inician los procesos de transcripción génica para TNFa , el cual es sintetizado en forma de pre-proteína, que posteriormente es clivada a nivel citoplasmático para finalmente ser excretada como TNFa maduro.


Figura 2. Activación del sistema Monocito-Macrófago.




Luego de la activación, los fenómenos de transcripción y traslación sufren un fenómeno de up regulation lo que permite que grandes cantidades de TNFa sean secretadas en cuestión de minutos, alcanzando su nivel sérico máximo alrededor de las 2 horas, para desaparecer de la circulación entre las 4 y 6 horas. Con posterioridad a su activación, el monocito-macrófago entra en un período refractario de 12 a 24 horas de duración debido a un fenómeno de down regulation de estos mismos procesos.

En su gran mayoría, los efectos biológicos atribuidos a TNFa son derivados de la acción de la molécula sobre receptores de membrana (TNF-R1 y TNF-R2) presente en casi todas las células de la economía. Ambos receptores existen también en forma soluble en el plasma ejerciendo un antagonismo competitivo concentración dependiente con los receptores de membrana. Otros efectos son atribuibles a la activación de la cascada inflamatoria, amplificando y propagando su efecto.

Entre sus acciones más importantes podemos destacar:

Estimula la síntesis de IL-1, IL-6, IL-8, leucotrienos, tromboxano A2 y prostaglandinas.
Estimula la producción de monocitos e induce su activación
Activa la cascada de la coagulación y sistema del complemento.
Induce la activación del endotelio, promoviendo la aparición de moléculas de adhesión.
Produce alteración del tono vascular y altera su permeabilidad.
Incrementa la producción de PMN por la médula ósea, estimula su marginación y pasaje transendotelial y estimula su degranulación.
Estimula la síntesis a nivel hepático de proteínas de fase aguda.
Estimula el catabolismo proteico y la gluconeogénesis, entre otras.
Luego de la síntesis de TNFa aparece en el plasma otra citoquina pro-inflamatoria, la IL-1, que es liberada por el monocito o macrófago en respuesta al estímulo de TNFa y LPS. Se conocen tres isoformas: IL-1a , IL-1ß e IL-1 receptor antagonista (IL-1RA). Las dos primeras son biológicamente activas, en tanto que IL-1RA, si bien carece de actividad biológica por sí misma, al inhibir la actividad de las otras IL-1 bloqueando la unión con sus receptores, se la clasifica dentro del grupo de citoquinas antiinflamatorias.

IL-1a e IL-1ß se sintetizan a partir de genes distintos y tienen secuencias de aminoácidos diferentes, sin embargo están estructuralmente relacionadas, actúan sobre receptores de superficie comunes y comparten su actividad biológica. La mayor parte de IL-1a permanece en el citosol en forma de precursor o es transportada a la superficie celular en donde ejerce una acción de tipo paracrina. IL-1ß en cambio es liberada activamente a la circulación (vida media de 6 a 8 minutos) en donde ejerce su acción sobre dos tipos de receptores de membrana. Los receptores tipo I se encuentran presentes en la mayoría de las células y aparentemente serían los más importantes en traducir la acción de IL-1. Los tipo II, se encuentran en neutrófilos, monocitos, linfocitos B y células de médula ósea. En condiciones normales existirían receptores solubles en diferentes fluidos, los cuales ejercerían un antagonismo competitivo con los receptores de membrana tipos I y II.

La participación de IL-1 (a y ß) como mediadores de la cascada inflamatoria parece bien fundamentada. Su administración reproduce cuadros de SRIS, sepsis, shock y muerte. El uso de antagonistas específicos previenen ó atenúan estas respuestas. Finalmente, se han detectado concentraciones plasmáticas muy superiores a las normales en cuadros de SRIS y sepsis. Su efecto biológico la cataloga como una interleuquina proinflamatoria. Dentro de sus efectos más importantes destacan:

Estimula la síntesis de TNFa , IL-6, IL-8, PGE2, Leucotrieno B4, además de su propia síntesis.
Induce la producción de GMCSF, incrementando el número de células precursoras de la médula ósea.
Estimula la marginación de neutrófilos activados.
Estimula la expresión de genes para colagenasas y fosfolipasas que participan en los mecanismos de daño celular.
Aumenta las concentraciones plasmáticas de Factor Activador Plaquetario (PAF), favoreciendo la actividad procoagulante endotelial.
Estimula la síntesis de proteínas de fase aguda.
Estimula la liberación de hormonas hipofisiarias.
Produce fiebre, anorexia y alteraciones hemodinámicas por inducción de síntesis de Oxido Nítrico.
La tercera citoquina en aparecer después de la injuria es la IL-6. Es una fosfoglicoproteína que se sintetiza rápidamente por tejidos injuriados, sistema monocito-macrófago activado, endotelio activado y fibroblastos. Su transcripción y liberación se incrementa en respuesta a TNFa e IL-1. Sus efectos más importantes se ejercen a nivel de células inmunológicamente activas y a nivel hepático. Entre los primeros destacan el ser un factor diferenciador de linfocitos B, linfocitos T citotóxicos, células plasmáticas y médula ósea. Junto a TNFa estimulan la activación de PMN. A nivel hepático estimula la síntesis de proteínas de fase aguda, las cuales protegen al huésped de una reacción inflamatoria generalizada. Sus concentraciones séricas son extraordinariamente variables, sin embargo en nuestra experiencia se encuentran significativamente más elevadas en pacientes con cuadros clínicos más severos y en aquellos pacientes que posteriormente fallecen. Estos niveles persisten elevados por varios días, constituyéndose a nuestro juicio en un excelente marcador pronóstico, pues traduciría fielmente la magnitud de la injuria (fig. 3 y 4).




Figura 3.
Cinética de liberación de citoquinas según sobrevida.








Figura 4.
Relación entre mortalidad y nivel inicial de IL6.





La síntesis y liberación de TNFa e IL-1 son en general autolimitados, si bien nuevos estímulos pueden perpetuar su acción. Sin embargo, existen otras citoquinas que participan activamente en la perpetuación del proceso inflamatorio. Esta nueva clase de citoquinas que en conjunto reciben el nombre de quemoquinas, son poderosos quimiotácticos y activadores de neutrófilos, capaces de ocasionar daño celular y disfunción de órganos secundaria. Se distinguen dos familias según la disposición de sus aminoácidos iniciales: CXC y CC. La mejor estudiada de este grupo es la IL-8, perteneciente a la familia CXC, que actúan preferentemente sobre neutrófilos, ejerciendo una poderosa acción quimiotáctica, estimulando su degranulación, induciendo fenómenos de up regulation de moléculas de adhesión y formación de lípidos bioactivos.

IL-8 puede ser producida en la mayoría de las células de la economía (células endoteliales, fibroblastos, células epiteliales, neutrófilos, etc.), por acción de TNFa e IL-1, sin embargo su principal fuente de producción es el sistema monocito-macrófago, pudiendo ser activado no sólo por TNFa e IL-1, sino también por IL-3, IL-7, complejos inmunes, bacterias, virus e incluso por caídas de la presión parcial de oxígeno. Una vez producidas, su acción es prolongada debido a que son resistentes a la inactivación por proteolisis y a la desnaturalización, además de retardar su aclaramiento al unirse a compuestos constitutivos de los tejidos. La producción de IL-8 puede esperarse como resultado de procesos de origen infeccioso, isquémicos, traumáticos y en todos aquellos en que se incrementen los niveles de TNFa e IL-1. En todos estos casos son las responsables de la acumulación de neutrófilos y de la persistencia de los fenómenos inflamatorios más allá de la presencia de otras citoquinas.

La familia CC presentan un amplio espectro de acción, actuando sobre monocitos, basófilos, eosinófilos e incluso linfocitos.

Además de las citoquinas aquí mencionadas, existen una variada gama de mediadores que intervienen activamente en esta compleja red de la inflamación (IL-10, interferón g , BPI, eicosanoides, PAF, etc.), cuyo análisis en profundidad va más allá de los objetivos del presente capítulo, pero que se encuentran detalladamente analizados en la literatura.



Activación del Endotelio

El endotelio juega un papel fundamental en la fisiopatología de la sepsis y sus complicaciones ya que es un activo participante del proceso inflamatorio a la vez que es el órgano blanco de muchos de los mediadores derivados de él. Su acción se refleja a tres niveles fundamentales:

Regula la microvasculatura adecuando el aporte de nutrientes a las demandas metabólicas tisulares a través de la producción de factores vasoactivos (NO, endotelina, etc.).
Modula la coagulación:
Actividad procoagulante:
Producción de factor tisular procoagulante.
Inhibición del activador del plasminógeno.
Actividad anticoagulante:
Constituye una barrera a las vías procoagulantes (colágeno, factor VIIa, factor Von Willebrand).
Inhibe proteínas procoagulantes: factor Xa y VIIIa.
Regula la fibrinolisis: Proteínas C, S, trombomodulina, urokinasa, TPA.
Favorece fenómenos de rolling, adhesión y migración celular.
Estos fenómenos son debidos a que diversos estímulos (en donde destacan TNFa e IL-1) activan al endotelio vascular, el cual expresa a nivel de membrana celular moléculas de superficie que favorecen los fenómenos de rolling, adhesión a la pared endotelial, penetración de la pared vascular y migración trans endotelial (fig. 5). Tres familias de moléculas de adhesión son responsables de estos fenómenos. La primera, la familia de las selectinas está compuesta por la selectina E (ELAM 1), selectina L (L ECAM) y la selectina P (GMP-140); la segunda, la superfamilia de las inmunoglobulinas (IGSF) compuesta principalmente por VCAM-1 (molécula de adhesión intercelular); y la tercera, la familia de las integrinas (CD11 y CD18).


Figura 5.
Interacción célula-célula durante la inflamación.





La interacción inicial entre leucocitos y endotelio estaría mediada por el grupo de las selectinas, las cuales establecerían un contacto laxo con glicoproteínas del PMN activado, permitiendo su desaceleración del torrente circulatorio y un acercamiento al endotelio. Posteriormente se produce una unión estrecha entre receptores específicos del PMN y endotelio mediada por integrinas e inmunoglobulinas (fig. 6). Una vez producido este contacto, el neutrófilo activado libera enzimas proteolíticas, radicales superóxidos y citoquinas que originan daño endotelial, para posteriormente migrar a través del endotelio participando en el proceso inflamatorio de órganos y tejidos.


Figura 6.
Aplanamiento celular como una deformación del citoesqueleto ligada a CD-11b.







Shock séptico

Desde el punto de vista funcional entendemos por shock, aquella condición en que existe una falla del sistema circulatorio para mantener una perfusión adecuada que satisfaga las demandas de oxígeno y otros nutrientes de los tejidos.

Desde el punto de vista clínico, la Conferencia de Consenso de 1991, establece criterios bien precisos para el diagnóstico de shock séptico, entendiendo como tal a aquel cuadro de sepsis que curse con hipotensión (Presión arterial sistólica < 90 mm Hg ó caída de más de 40 mm Hg con respecto a la basal en ausencia de otras causas conocidas de hipotensión), resistente a la administración de fluidos y que se acompañe de signos clínicos de mala perfusión (acidosis láctica, oliguria, alteración del estado de conciencia, etc.). Aquellos pacientes que se encuentren bajo terapia inotrópica o vasopresora pueden no presentar hipotensión al momento de la medición.

Desde el punto de vista fisiopatológico debemos considerar que en el shock séptico (al igual que en otros tipos de shock), las manifestaciones clínicas y de laboratorio estarán determinadas por el comportamiento de los tres principales factores que influyen en el patrón hemodinámico del enfermo: la pre-carga, la contractilidad y la post-carga.

En el shock séptico no reanimado (adecuada reposición de volumen), la pre-carga suele estar disminuída como consecuencia de la transudación de líquido intravascular al espacio insterticial. Este fenómeno resulta como consecuencia de la vasoconstricción post-capilar inducida por catecolaminas liberadas como respuesta fisiológica al stress (presente en todo tipo de shock). A este factor, se adiciona la pérdida de volumen intravascular producida por exudación resultante de la alteración de la permeabilidad endotelial inducida por el fenómeno inflamatorio (séptico). En esta etapa, el perfil hemodinámico suele ser mixto: hipovolémico-cardiogénico (pre- carga baja, contractilidad disminuída y resistencias periféricas elevadas). Una vez que se ha repuesto el volumen requerido, aparece el patrón séptico clásico: pre-carga normal, débitos cardíacos elevados y resistencia periférica baja. Sin embargo, hay que destacar que aproximadamente un 10% de los cuadros de shock séptico grave cursan con patrones de tipo cardiogénico pese a una adecuada reposición de volumen y uso de drogas vasoactivas.

El segundo elemento a tener en consideración es la contractilidad. Cunnion y Parrillo en una extensa revisión de la literatura y derivado de sus propias experiencias, demuestran la existencia de grados variables de depresión de la contractilidad miocárdica (disminución de la fracción de eyección) en cuadros de sepsis y shock séptico. Esta depende de la severidad del cuadro y del momento de las determinaciones en la evolución del mismo, siendo en general un fenómeno precoz y reversible en aquellos pacientes que sobreviven. Paralelamente, los pacientes presentan una dilatación de sus cavidades (aumento de los volúmenes de fin de diástole y sístole), las cuales tienden a normalizarse en la fase de recuperación del shock. En la génesis de esta depresión se han involucrado al TNFa e IL-1 por un efecto mediado por Oxido Nítrico (NO), aunque el mecanismo exacto aún no ha sido del todo aclarado.

Finalmente, el tercer componente a considerar es la post-carga, la cual está determinada principalmente por el tono vascular de los vasos de resistencia (arteriolas). Desde hace años se ha acumulado evidencia experimental y clínica que establece la existencia de una alteración del tono vascular en pacientes que cursan con un cuadro de sepsis o shock séptico. Esta alteración se caracteriza por una disminución de la respuesta vasoconstrictora a catecolaminas a la vez que por una excesiva vasodilatación. Múltiples investigaciones sugieren que una excesiva liberación de NO sería el mayor determinante de este fenómeno.

El Oxido Nítrico presenta una variada gama de efectos biológicos, sin embargo nos concentraremos en los relacionados con el tono vascular. El NO es sintetizado por una familia de enzimas conocidas como Oxido Nítrico Sintetasa (NOSs). Se reconocen tres isoformas: NOS neuronal, la NOS inducible (presente en monocitos, macrófagos, células musculares lisas, células endoteliales, fibroblastos, miocitos cardíacos, hepatocitos y megacariocitos y que se expresa cuando estas células son estimuladas por endotoxinas o por citoquinas inflamatorias) y la NOS endotelial o constitutiva, calcio dependiente y que se expresa continuamente. Estas enzimas catalizan la oxidación del aminoácido L-arginina en L-citrulina + NO. Este radical libre de vida media corta (3 - 30 segundos), producido por el endotelio como consecuencia de la acción de citoquinas proinflamatorias, difunde a las células musculares lisas de los vasos arteriales reaccionando con el grupo Heme de la Guanilato ciclasa, activándola y aumentando la producción de GMPc que ejerce un efecto vasodilatador. Los bloqueadores de la NOS o de NO no poseen un efecto vasoconstrictor directo sino que revierten la hipotensión, a través de la remoción del tono vasodilatador mediado por NO.



Lecturas recomendadas

American College of Chest Physicians/ Society of critical Care Medicine Consensus Conference: Definitions for sepsis and organ failure and guidelines for the use of innovative therapies in sepsis. Bone R, Balk R, Cerra F et cols. Crit Care Med 1992; 20: 864 - 874.
Bone R. Toward a theory regarding the pathogenesis of the systemic inflammatory response system: what we do and what we do not know about cytokine regulation. Crit Care Med 1996; 24: 163 - 172.
Manthous C, Hall J, Samsel R. Endotoxin in human disease. Part I: Biochemistry, assay and possible role in diverse disease states. Chest 1993; 104: 1572 - 1581.
Beutler B, Grau G. Tumor Necrosis Factor in the pathogenesis of infectious diseases. Crit Care Med 1993: 21; S423 - S435.
Tracey K, Cerami A Tumor necrosis factor: an updated review of its biology. Crit Care Med 1993; 21: S415 - S422.
Dinarello C, Wolff S. The role of interleukin 1 in disease. N Engl J Med 1993; 328: 106 - 113.
Damas P, Ledoux D, Nys M et al. Cytokine serum level during severe sepsis in human. IL-6 as a marker of severity. Ann Surg 1992; 215:356-362.
Baggioni M, Moser B, Clark-Lewis I. Interleukin 8 and related chemotactic cytokines. Chest 1994; 105: S95 - S98.
Davies M, Hagen P. Systemic inflammatory response syndrome. British J of Surg 1997; 84:920 -935
Dougnac A, Andresen M. Mediadores Celulares, humorales y citoquinas. En Sepsis y Falla Multiorgánica. Castro J, Hernández G (Eds). Publicaciones Técnicas Mediterráneo, Santiago, Chile. 1999, pp 63 - 75.
Cunnion R, Parrillo J. Myocardial Disfunction in Sepsis. Crit Care Clin 1989; 5: 99 - 118.

viernes, 24 de abril de 2009

REANIMACION CARDIOPULMONAR


Pontificia Universidad Católica de Chile
Facultad de Medicina
Programa de Medicina Intensiva
Apuntes de Medicina Intensiva



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Reanimación Cardiopulmonar

Dr. José Miguel Mardónez
Dr. Manuel Chacón


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Introducción

El paro cardiorespiratorio (PCR) es el cese de la actividad mecánica cardíaca. Se diagnostica por la ausencia de conciencia, pulso y ventilación. La totalidad de las medidas que se implementan para revertir este escenario se denomina Reanimación Cardiopulmonar (RCP), distinguiéndose dos niveles de complejidad creciente y consecutiva: el soporte vital básico y el soporte vital avanzado. Es importante tratar de establecer la causa que condujo al paro y su pronóstico a la brevedad posible. Esto ayudará a decidir la intensidad y continuidad de las maniobras. A pesar de los avances tecnológicos, el pronóstico global del PCR es malo y no se ha modificado en los últimos cuarenta años. Este capítulo tiene por objeto revisar algunos aspectos fisiopatológicos, diagnóstico, manejo y pronóstico del paro cardiorespiratorio intrahospitalario.



Consideraciones Preliminares

El PCR es un síndrome clínico. A veces es súbito e inesperado y aunque no hay una relación temporal precisa, se produce por lo general dentro de la primera hora de presentación de síntomas. En otras, la condición basal del paciente lo sitúan en un nivel de riesgo previsible. De una revisión colectiva de la literatura de estos últimos treinta anos, es poca la evidencia existente en relación con la predictibilidad y pronóstico del PCR intra hospitalario. Esta falta de información no nos permite establecer sistemáticamente de antemano qué paciente tendrá un mejor o peor pronóstico. La toma de decisiones debe ser hecha en una base individual, caso a caso, por quien este mas familiarizado tanto con la condición específica del paciente, como con su voluntad previa.



Aspectos Fisiopatológicos del PCR

El colapso circulatorio desencadenado por el paro cardíaco produce una reducción dramática en el transporte de oxígeno a la célula. A escala celular y en especial en el cerebro y miocardio, esta reducción produce un cambio de metabolismo aeróbico a anaeróbico lo que resulta en la producción de 2 moléculas de ATP por unidad de glucosa y ácido láctico (comparado con las 38 moléculas que produce la vía aerobia). En los primeros 5 minutos después del paro cardíaco las reservas de ATP celular se han agotado. Una pequeña cantidad de energía se obtiene por vía de la adenil-kinasa, en la que dos moléculas de ADP reaccionan para producir un ATP y un AMP. El AMP a su vez es convertido en adenosina, la misma que tiene efectos deletéreos, deprimiendo la conducción a través del nodo atrio-ventricular y produciendo además vaso dilatación arteriolar. Las bombas iónicas ATP dependientes se pierden, produciéndose la depleción intracelular de potasio y magnesio, la inactivación de los canales de Na+ y la activación de los canales lentos de Ca2+. Este último al no poder ser bombeado eficientemente al citosol interfiere con la producción mitocondrial de ATP y activa la respuesta inflamatoria celular.

A nivel miocárdico, el consumo de oxígeno cae con el paro. En la fibrilación ventricular se estima en un 30-40% de las demandas pre-paro. La presión de perfusión coronaria, es decir la gradiente entre la presión diastólica aórtica y la presión diastólica de aurícula derecha ha demostrado ser tanto en modelos animales como humanos, el mejor valor predictor hemodinámico de retorno a una circulación espontánea. Con el masaje cardíaco externo se alcanza entre un 5 y un 10% del flujo miocárdico basal, elevándose a cerca de un 40% de la condición pre paro con el uso de drogas vasopresoras (adrenalina).

Por lo que hemos señalado, es fácil entender la importancia que tiene el tiempo en el éxito de las maniobras, como así también lo desfavorable del escenario. De una situación de bajo consumo de oxígeno, reservas energéticas disminuídas y producción de energía poco eficiente, queremos llevar a nuestro paciente a un mayor consumo mediante el restablecimiento de la actividad mecánica con medidas que no alcanzan ni el 50% de lo basal.



Diagnóstico

El enfoque al diagnóstico es clínico fisiopatológico. El PCR se produce por alguna de las siguientes vías o por una combinación de ellas.

Hipoxemia.
Alteración cardíaca.
Trastornos electrolíticos.
Transporte inapropiado de oxígeno.
Hipoxemia

Ya sea por insuficiencia ventilatoria de causa central o neuromuscular, obstrucción de la vía aérea y las de origen pulmonar, la falta de oxígeno con la respuesta adrenérgica asociada conduce al PCR.

Alteración Cardíaca

Por falla de bomba, por ejemplo secundaria a isquemia o infarto miocárdico, por trastornos eléctricos, bradi y taquiarritmias que produzcan compromiso hemodinámico y trastornos mecánicos que obstruyen la circulación como el neumotórax a tensión, tamponamiento cardíaco o TEP masivo.

Trastornos electrolíticos

En el paciente crítico se observan graves alteraciones del ritmo por trastornos en los niveles de potasio, magnesio y calcio. Como parte de la RCP deben medirse precozmente estos elementos y tratar empíricamente ante la sospecha clínica.

Transporte Inapropiado de oxígeno:

Debemos recordar que en el transporte de oxígeno intervienen varios factores, el débito cardíaco, la hemoglobina y la saturación de oxígeno de la misma.



Manejo

Generalidades

El objetivo inicial de las maniobras de RCP es restablecer la circulación espontánea. Esto se logra implementando las medidas que nos permitan obtener la mejor presión de perfusión coronaria y oxigenación. Hecho el diagnóstico de paro, inconsciencia, ausencia de pulso y apnea, es fundamental establecer el ritmo en el que se encuentra el paciente. Existen cuatro ritmos básicos:

Taquicardia ventricular sin pulso.
Fibrilación ventricular.
Asistolía.
Actividad eléctrica sin pulso.
La importancia de establecer con prontitud el ritmo esta íntimamente ligada a la efectividad de las medidas y consecuentemente al pronóstico. Los ritmos de mejor pronóstico son la taquicardia ventricular sin pulso y la fibrilación ventricular. Ambos se manejan igual y en ambos el éxito de la intervención es inversamente proporcional al tiempo que uno retrase la desfibrilación. Dicho de otra manera, mientras más precoz sea la desfibrilación, mayor probabilidad de retorno a circulación espontánea. En un paciente en PCR, nada debe retrasar el diagnóstico del ritmo, ni siquiera el manejo de la vía aérea.

Masaje Cardíaco

Como se señaló, con el masaje cardíaco externo, en el mejor de los casos se logra entre un 5 a un 10% del flujo coronario basal. De gran controversia en las últimas décadas ha sido el mecanismo de flujo que se logra con el masaje. La ecocardiografía transesofágica ha demostrado que con la compresión externa de los ventrículos se logra el cierre de las válvulas aurículo ventriculares (bomba cardíaca) sin embargo algunos elementos de la bomba torácica facilitan el flujo cerebral. Se ha demostrado la existencia de válvulas funcionales en las venas yugulares y subclavias que evitarían la transmisión de presiones positivas intra torácicas a la circulación cerebral manteniendo una gradiente de presión arterio-venosa que facilita el flujo anterógrado. Independientemente de cual sea el mecanismo de flujo y basado en observaciones experimentales, pareciera que la relación óptima para un ciclo compresión-descompresión es de un 50%, siendo la recomendación actuale del Consejo Europeo de Reanimación la de mantener una frecuencia de 100 masajes por minuto. Indudablemente que el mejor débito cardíaco y flujo coronario se logra con el masaje cardíaco interno. Este debe reservarse a situaciones puntuales y en manos de personal bien entrenado. Modelos matemáticos, con valores que reproducen la fisiología de un paciente adulto de 70kg. sin deformaciones torácicas, permiten estimar que el débito cardíaco generado por el masaje cardíaco a tórax cerrado es de aproximadamente 1,3L/min y 25mmHg de presión de perfusión sistémica, mientras que la compresión y descompresión activas (Cardiopump AMBU) más el masaje abdominal interpuesto genera 3,1L/min y 58mmHg.

Desfibrilación

Los monitores desfibriladores actuales, tienen todos la secuencia 1-2-3 claramente especificada:

1= encendido
2= seleccionar la dosis de carga
3= descarga de dosis seleccionada.

Es útil recordar:

El operador maneja la derivación con las paletas inicialmente.
Automáticamente se enciende en NO SINCRONIZADO para desfibrilar y que en caso de cardioversión eléctrica debe sincronizarse.
El dispositivo de sensibilidad permite aumentar o disminuir la amplitud del registro. (Útil cuando se quiere diferenciar entre una fibrilación ventricular fina y una asistolía)
Sea sensible con la piel del paciente y generoso con el gel.
Antes de desfibrilar ordene al resto del equipo que se aleje del paciente.
Es la medida más efectiva para reanimar un paciente en taquicardia ventricular sin pulso o fibrilación ventricular. Úselo.
Vías de Admnistración de Drogas

La vía de elección es la vía venosa. Si se dispone de un acceso venoso central, este es de elección por la rápida llegada de las drogas al corazón. Si el acceso es periférico, las drogas deben ser " empujadas " con 20 cc de solución fisiológica y el brazo levantado. No usar vías venosas por debajo del diafragma. Han habido resultados contradictorios con la vía endobronquial pero en general debe usarse de 2 a 2.5 veces la dosis endovenosa y diluídas en 10 a 20 ml de solución salina. Algunos autores continúan preconizando la vía intra cardíaca, pero las complicaciones potenciales de esta técnica ( taponamiento cardíaco, laceración coronaria, necrosis miocárdica y neumotórax) sumado a la necesidad de suspender el masaje mientras se aplica, la contraindican.

Adrenalina

La epinefrina es una catecolamina endógena con efecto alfa y beta adrenérgico. Es considerada la droga vasoactiva de elección en el paro cardíaco. Varios trabajos experimentales han comparado la epinefrina con otras drogas agonistas "puras" como la fenilefrina, methoxamine y últimamente la vasopresina no observándose mayor diferencia. En los últimos años la dosis de epinefrina de 1mg cada 3-5 minutos ha sido cuestionada. Esta dosificación data de 1963, de las observaciones experimentales y clínicas de Pearson y Redding, en que la mayoría de sus pacientes en fibrilación ventricular, adultos y niños, eran resucitados con dosis de 1mg.

En una reunión de Consenso de la American Heart Association en 1992, con la evidencia disponible se concluyó:

La mortalidad es alta a pesar de la dosis de epinefrina
La mayoría de los pacientes que sobrevivieron respondieron a la desfibrilación y por lo tanto no recibieron epinefrina.
No se objetivaron efectos deletéreos de las dosis elevadas de epinefrina.
Por lo tanto se recomienda una dosis de 1mg cada 3-5 minutos y se sugiere considerar como candidatos para dosis altas ( 5mg o 0,1mg/kg) a aquellos pacientes en los que el régimen estándar fracase.

Antiarrítmicos

El Consejo Europeo de Resucitación considera que los antiarrítmicos tienen un uso limitado. En relación con la lidocaína, consideran que puede aumentar tanto el umbral como la energía necesaria para una desfibrilación exitosa, asociándose además a un aumento significativo de las asistolías post desfibrilación. Concluyen también que los otros antiarrítmicos como los beta bloqueadores, amiodarona y bretylium, si bien podrían tener efectos teóricos benéficos, no existe suficiente evidencia clínica que avale su uso rutinario.

La AHA(American Heart Association) continúa considerando a la lidocaína y al bretylium como drogas IIa, es decir drogas aceptables, probablemente útiles. Fundamentan esta recomendación en varios trabajos clínicos y experimentales. Quizás uno de los argumentos de mayor peso, sea el hecho de que algunos episodios de aparente fibrilación ventricular refractaria, sean la representación mas bien de una rápida recurrencia de la arritmia antes que una persistencia de la misma. Se recomienda usar la lidocaína en un bolo inicial de 1,5mg/kg. Repitiendo cada 3-5 minutos hasta una dosis total de 3mg/kg.

El ARREST Trial (Amiodarone in the Out-of-hospital Resuscitation of Refractory Sustained Ventricular Tachyarrythmias) publicado a fines de este del presente año, randomizó 504 pacientes con PCR en taquicardia ventricular o fibrilación ventricular que no respondieron a tres desfibrilaciones, a Amiodarona 300 mg. o placebo. Los resultados demostraron:

Mayor sobrevida en el grupo tratado con amiodarona.
El uso precoz de la amiodarona producía mejor respuesta.
El 50% de los que sobrevivieron no quedaron con déficit neurológico.
Atropina

Se piensa que durante el paro existe un tono parasimpático elevado como consecuencia de la estimulación vagal producida por la intubación, la hipoxia y acidosis del cuerpo carotídeo. La atropina es el tratamiento de elección en la bradicardia sintomática a dosis de 0,5mg cada 5 minutos según necesidad. Bloquea la acción de la acetil-colina sobre los nodos sinusal y A-V, aumentando la frecuencia cardíaca y la conducción A-V. La asistolía es una arritmia casi siempre fatal y pareciera que la atropina tendría un valor limitado en este contexto. La recomendación es no pasarse de la máxima dosis vagolítica de 3mg o de 0,04mg/Kg. El protocolo de manejo de asistolía que a continuación presentaremos recomienda en el adulto una dosis única inicial de 3mg.



Lecturas recomendadas

Peter Safar, Nicholas G. Bircher, Don Yealy, Basic and Advanced Life Support. In Principles and Practice of Emergency Medicine. 4TH ed. Lea Febiger, 1998.
A Standardized Curriculum of the Basic Principles of Critical Care. Society of Critical Care Medicine. Páginas 15 a 26. 1996.
David V. Skinner, Richard Vincent, Cardiopulmonary Resuscitation. 2nd ed. Oxford Handbooks in Emergency Medicine. 1997.
Jon L. Jenkins, Joseph Loscalzo, G. Richard Braen, Cardiopulmonary Resuscitation IN Manual of Emergency Medicine. 3rd ed. Little Brown and Co. 1995.

ADMISION Y ALTA A UNIDADES DE CUIDADOS INTENSIVOS


Pontificia Universidad Católica de Chile
Facultad de Medicina
Programa de Medicina Intensiva
Apuntes de Medicina Intensiva



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Admisión y Alta a Unidades de Cuidados Intensivos

Dr. Vinko Tomicic


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Introducción

Las demandas de servicios médicos tales como la medicina crítica son probablemente los que más a menudo exceden la disponibilidad de recursos. En el contexto de estas limitadas condiciones, las instituciones y los proveedores individuales de estas atenciones se ven obligados a usar algunas definiciones éticas para distribuir equitativa y eficientemente los recursos disponibles.

La mayoría de los médicos opinan que los beneficios que otorgan las unidades de cuidados intensivos deberían ser reservadas para aquellos pacientes que poseen condiciones médicas reversibles, es decir, que tienen una "perspectiva razonable de recuperación".

El concepto de agrupar a los pacientes de acuerdo a la severidad de la enfermedad que los aqueja existe desde hace por lo menos 100 años. Sin embargo, esto no fue aceptado hasta el nacimiento de las primeras unidades de quemados y los centros de trauma en la década de los 40. El estímulo para este cambio fue inicialmente de tipo administrativo, ya que el cuidado de los pacientes podía ser hecho más eficientemente agrupando al personal especializado y los equipos adecuados en un recinto apropiado.

Desgraciadamente, hasta la fecha, hay pocos estudios que hayan examinado las indicaciones y los resultados de los cuidados en estas unidades. Además, es difícil clasificar a los pacientes adecuadamente. Por ejemplo, Kraiss y cols. evaluaron 196 pacientes que fueron sometidos a endarterectomía carotídea durante un periodo de dos años y no hallaron diferencias significativas en los resultados ni complicaciones entre el grupo admitido a UCI y aquellos que fueron enviados a salas de cuidados habituales.

En 1983, la primera conferencia de consenso sobre medicina crítica condujo al National Institute of Health a señalar que la práctica clínica ha conducido a expandir las indicaciones de admisión a las unidades de pacientes críticos. Posteriormente la sociedad de medicina crítica emite una guía de recomendaciones en relación a los criterios de admisión y alta desde estas unidades. Por otra parte, el desarrollo de nuevos productos farmacéuticos y tecnologías han hecho que los cuidados en estas unidades sean cada vez de mayor costo. Además, al mismo tiempo que las demandas aumentan, la capacidad de satisfacerlas se restringen debido al inadecuado reembolso, al crecimiento de las restricciones en los cuidados en salud y a la falta de personal. Por este motivo, cada vez toma mayor importancia el definir claramente los criterios de ingreso, alta y triage en estas unidades.

Muchas instituciones de salud han respondido a este desafío con la creación de unidades de cuidados intermedios, que no son más que unidades de menor complejidad o de descarga que sean capaces de proveer cuidados graduados que se ajusten a las necesidades de cada paciente. Hay reportes que sugieren que estas unidades pueden reducir los costos, optimizar el uso de las unidades de cuidados intensivos, evitar las readmisiones y disminuir la tasa de mortalidad hospitalaria.

Roger Bone, en un análisis reciente sobre las indicaciones de ingreso y alta precoz desde estas unidades, enfatizó la necesidad de contar con métodos objetivos para identificar a aquellos pacientes que podrían ser manejados en unidades menos complejas y sin ir en desmedro de los resultados. Además, poder identificar a los pacientes que se encuentran en riesgo de presentar malos resultados como potenciales admisiones a unidades de mayor complejidad.



Metas y objetivos

El primer paso para desarrollar criterios de admisión a UCI, sería desarrollar un mecanismo confiable que sea capaz de distinguir a aquellos pacientes que se beneficiarán de estas unidades de aquellos que no lo harán. Algunos opinan que el estado de salud de los pacientes es el criterio más importante para determinar el acceso a estas unidades por sobre otras consideraciones como las económicas y legales, que si bien también son de importancia, pero secundarias. Por lo tanto, las primeras preguntas que uno se debería responder antes de diseñar los criterios de ingreso deberían ser :

Son diferentes los resultados en aquellos pacientes de bajo riesgo que ingresan a la UCI de aquellos que se rechazan y son tratados en unidades alternativas?
Si no hay diferencias en este grupo, ¿Qué punto en la escala de gravedad utilizada al ingreso hace la diferencia?
Pueden los pacientes con una posibilidad de 0% de sobrevida ser identificados antes del ingreso y ser tratados en unidades de cuidados especiales para pacientes terminales?
Otras determinantes de admisión, tales como disponibilidad de camas, recursos humanos y técnicos, consideraciones éticas, morales y económicas, capacidad de las unidades de cuidados intensivos e intermedios de prestar los servicios con un mínimo nivel de calidad, van más allá de la finalidad de este comunicado y deben ser tratadas en cada caso particular con el paciente, cuando es posible, o con la familia y el médico de cabecera.



Criterios de Admisión

Hay dos condiciones en las que el manejo en UCI no ofrece beneficios sobre el cuidado convencional. Esto ocurre cuando los pacientes se encuentran ubicados en los extremos del espectro de riesgo vital, es decir, riesgo demasiado bajo o muy alto de muerte.

" Demasiado bien para beneficiarse"

" Demasiado enfermos para beneficiarse"

Es difícil definir estas dos poblaciones basándose exclusivamente en el diagnóstico. Por ej: Brett y cols estudió a los pacientes con sobredosis de drogas que son comunmente admitidos en UCI y demostró que aquellos sin criterios clínicos de alto riesgo no requerían intervenciones en estas unidades. Sin embargo, 70 % de estos pacientes fueron ingresados para ser observados.

El "beneficio sustancial" está sujeto a interpretación. Paz y cols. examinó los ingresos a UCI médica de pacientes post-transplante de médula ósea y observó que aquellos pacientes que requieren soporte ventilatorio tienen un índice de alta que sólo alcanza un 3.7 % versus 81.3 % de los que no lo requirieron. Publicaciones previas a este respecto dan valores similares para aquellos pacientes que necesitaron ventilación mecánica (2.5-7%). Ahora, si este índice de alta es sustancial o no, depende de cada institución. Estas interpretaciones están sujetas a diferencias en los criterios de admisión entre médicos e instituciones.

Existen instrumentos para evaluar la severidad y pronóstico de los pacientes críticos, los cuales sumados al juicio clínico representan la mejor manera disponible actualmente para determinar dichos parámetros. Sin embargo, estos instrumentos predictores han sido aplicados a pacientes que ya han sido admitidos en la UCI y no han sido probados como instrumentos de tamizaje preadmisión.



Modelos de Priorización

Estos sistemas definen a la mayor parte de los pacientes que serán beneficiados con la atención en UCI (prioridad 1) y aquellos que no lo harán al ingresar a ella (prioridad 4).

Prioridad 1: son pacientes inestables con necesidad de monitoreo y tratamiento intensivo que no puede ser entregado fuera de estas unidades. En estos pacientes generalmente no hay límites para la prolongación de la terapia que están recibiendo. Pueden incluir pacientes post-operados, con insuficiencia respiratoria que requieren soporte ventilatorio, que están en shock o inestabilidad circulatoria, que necesitan monitoreo invasivo y/o drogas vasoactivas.

Prioridad 2: Estos pacientes requieren monitoreo intensivo y potencialmente pueden necesitar una intervención inmediata y no se han estipulado límites terapéuticos. Por ejemplo pacientes con estados co-mórbidos quienes han desarrollado una enfermedad severa médica o quirúrgica.

Prioridad 3: Pacientes que pueden recibir tratamiento intensivo para aliviar su enfermedad aguda, sin embargo, se le puede colocar límite a los esfuerzos terapéuticos, tales como no intubar o no efectuar reanimación cardiopulmonar si la requirieran. Ejemplos: pacientes con enfermedades malignas metastásicas complicadas con infección, tamponamiento cardíaco u obstrucción de la vía aérea.

Prioridad 4: Son pacientes no apropiados para cuidados en UCI. Estos deberían ser admitidos sobre una base individual, bajo circunstancias inusuales y bajo la supervisión del jefe de la unidad. Estos pacientes se pueden clasificar en las siguientes dos categorías:

Pacientes que se beneficiarían poco de los cuidados brindados por una UCI, basados en un bajo riesgo de intervención activa que no podría ser administrada en forma segura en una unidad que no fuera una UCI (demasiado bien para beneficiarse). Incluyen pacientes con cirugía vascular periférica, cetoacidosis hemodinámicamente estable, insuficiencia cardiaca congestiva leve, sobredosis de drogas sin alteración de conciencia, etc.
Pacientes con enfermedad terminal e irrreversible que enfrentan un estado de muerte inminente (demasiado enfermos para beneficiarse). Por ejemplo: daño cerebral severo irreversible, falla multiorgánica irreversible, cáncer metastásico que no ha respondido a quimio y/o radioterapia (salvo que el paciente esté en un protocolo específico), pacientes capaces de tomar decisiones que rechazan el monitoreo invasivo y los cuidados intensivos por aquellos destinados sólo al confort, muerte cerebral que no son potenciales donadores de órganos, pacientes que se encuentran en estado vegetativo persistente, etc.


Modelo por Diagnósticos

Este se basa en un listado de condiciones o enfermedades específicas que determinan admisiones apropiadas a las unidades de cuidados intensivos.

Sistema Cardiovascular

Infarto agudo del miocardio complicado
Shock cardiogénico
Arritmias complejas que requieren monitoreo continuo e intervención
Insuficiencia cardíaca congestiva con falla respiratoria y/o que requieran soporte hemodinámico
Emergencias hipertensivas
Angina inestable con inestabilidad hemodinámica, disrritmias o dolor torácico persistente
Paro cardíaco reanimado
Tamponamiento cardíaco o constricción con inestabilidad hemodinámica
Aneurisma disecante de la aorta
Bloqueo AV completo u otro que requiera marcapaso.
Sistema Respiratorio

Insuficiencia respiratoria aguda que requiera soporte ventilatorio
Embolía pulmonar con inestabilidad hemodinámica
Pacientes en unidades de intermedio que inicien deterioro respiratorio
Necesidad de cuidados respiratorios de enfermería que no pueda brindarse en unidades de menor complejidad
Hemoptisis masiva
Falla respiratoria con intubación inminente
Obstrucción de la vía aérea postoperatoria
Desórdenes Neurológicos

Accidente vascular cerebral con deterioro del estado de conciencia
Coma: metabólico, tóxico o anóxico
Hemorragia intracraneal con riesgo potencial de herniación
Hemorragia subaracnoídea aguda
Meningitis con alteración del estado de conciencia o compromiso respiratorio
Afecciones del SNC o neuromusculares con deterioro del estado neurológico o de la función pulmonar
Estatus epilepticus
Muerte cerebral o muerte cerebral potencial quienes estén siendo agresivamente manejados mientras se determina su condición de donante
Vasoespasmo
Injuria cerebral aguda severa (TEC)
Sobredosis de drogas

Ingestión de drogas con inestabilidad hemodinámica
Ingestión de drogas con alteración significativa del estado de conciencia
Ingestión de drogas con riesgo de aspiración pulmonar
Convulsiones post-ingesta de drogas
Desórdenes gastrointestinales

Hemorragia digestiva masiva incluyendo hipotensión, angina, sangrado incoercible o la presencia de condiciones co-mórbidas
Falla hepática fulminante o subfulminante
Pancreatitis aguda severa
Perforación esofágica con o sin mediastinitis.
Sistema Endocrino

Cetoacidosis diabética con inestabilidad hemodinámica, alteración de conciencia, insuficiencia respiratoria, acidosis severa y alteraciones hidroelectrolíticas graves
Tormenta tiroídea o coma mixidematoso con inestabilidad hemodinámica
Estado hiperosmolar con coma o inestabilidad hemodinámica
Otras condiciones endocrinas como crisis adrenales con inestabilidad circulatoria
Hipercalcemia severa con alteración de conciencia y necesidad de monitoreo hemodinámico
Hipo- o hipernatremia con convulsiones y alteracion de la conciencia
Hipo- o hipermagnesemia con compromiso hemodinámico, de conciencia, convulsiones y/o arritmias
Hipo- o hiperkaliemia con disrritmias o debilidad muscular severa
Hipofosfatemia con debilidad muscular
Quirúrgicos

Pacientes postoperatorios con necesidad de monitoreo hemodinámico, soporte ventilatorio y cuidado de enfermería intensivo (drenajes, ostomías,etc)
Misceláneas

Shock séptico
Monitoreo hemodinámico
Condiciones clínicas con altos requerimientos de cuidados de enfermería (por ej: uso de ventilación mecánica no invasiva, etc)
Injurias ambientales (radiación, ahogamiento, hipo- o hipertermia)
Terapias nuevas o experimentales con potenciales complicaciones (trombolisis de infartos cerebrales, tromboembolismo pulmonar, etc)
Postoperatorio de transplantes (renal, hepático y pulmonar)
Cirugía en enfermedad pulmonar obstructiva crónica


Modelo por parámetros objetivos

Se han desarrollado, con el objetivo de estandarizar la atención de salud, protocolos de acreditación para ser aplicados en cada hospital en forma individual que incluyen: signos clínicos, parámetros laboratoriales e imagenológicos como criterios de ingreso a unidades de cuidados críticos (Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations). Este proceso ha sido recientemente revisado y modificado; sin embargo cada hospital tiene la obligación de continuar incorporando nuevos parametros objetivos de acuerdo al tipo de pacientes y patologías que son de mayor frecuencia según las circunstancias locales. Los criterios que serán listados a continuación, mientras no se establezca un consenso, son arbitrarios, ya que no hay datos disponibles hasta la fecha que algún criterio o rango específico haya demostrado mejoría en los resultados.

Signos vitales

Pulso <40 o > 150 latidos por minuto
Presión arterial sistólica< 80 mmHg o 20 mmHg por debajo de la presión habitual del paciente.
Presión arterial media < 60 mmHg
Presión arterial diastólica > 120 mmHg
Frecuencia respiratoria >35 respiraciones por minuto
Valores de laboratorio

Sodio sérico <110 mEq/L ó > 170 mEq/L
Potasio sérico <2 mEq/L ó > 7 mEq/L
PaO2 < 50 torr (6.67 kPa)
pH <7.1 ó >7.7
Glicemia > 800 mg/dL
Calcemia > 15 mg/dL
Niveles tóxicos de drogas u otra substancia química en un paciente comprometido neurológica o hemodinámicamente
Imagenología

Hemorragia cerebrovascular, contusión, hemorragia subaracnoídea con alteración de la conciencia o focalidad neurológica
Ruptura de víscera, vejiga, hígado, várices esofágicos, útero, con inestabilidad circulatoria
Aneurisma disecante de la aorta
Electrocardiografía

Infarto del miocardio con arritmias complejas, inestabilidad hemodinámica o insuficiencia cardiaca congestiva
Arritmias supraventriculares con inestabilidad hemodinámica
Taquicardia ventricular sostenida o fibrilación ventricular
Bloqueo AV completo
Signos físicos de comienzo agudo

Anisocoria más alteración de conciencia
Quemaduras mayor al 10 % de la superficie corporal
Anuria
Obstrucción de la vía aérea
Coma
Status convulsivo
Cianosis
Tamponamiento cardíaco


Criterios de alta o traslado

La condición de los pacientes que se encuentran hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos debe ser revisada contínuamente, de manera de poder identificar cual de ellos no se está beneficiando de los cuidados en la unidad y que éstos puedan ser administrados en otras unidades de menor complejidad sin poner en riesgo al paciente. Esto se puede dar principalmente en dos condiciones :

Cuando el estado fisiológico del paciente se ha estabilizado y el monitoreo y cuidados en UCI ya no son necesarios.
Cuando el estado fisiológico del paciente se ha deteriorado y nuevas intervenciones específicas no se han planeado por no tener la capacidad de mejorar su condición. En este momento es aconsejable el traslado a una unidad de menor complejidad con la intención de privilegiar el confort y la presencia de la familia.


Consideraciones administrativas y de rendimiento

Toda unidad de cuidados intensivos debe incluir políticas de ingreso, egreso y triage. Estas deberían por lo menos anualmente ser revisadas por un grupo multidisciplinario. Además, debe existir una adecuada revisión de los resultados obtenidos, respaldados por una base de datos, para así conocer las características de las admisiones, la toma de decisiones y la mortalidad ajustada para cada unidad. La incidencia de pacientes de bajo riesgo que ingresan sólo para monitoreo pueden ser usados para calibrar la eficiencia del proceso de admisión. Por otra parte, se deberían tener los cuidados necesarios para seguir la pista de los pacientes que fueron rechazados y así conocer, si a éstos en otras áreas, se les aseguró un resultado y una estadía hospitalaria equivalente. Las solicitudes denegadas o los traslados precoces que crearon conflictos como posponer el ingreso de dichos pacientes o crearon reingresos post-traslado, deberían dar lugar a una reevaluación permanentemente del proceso de toma de decisiones.

La calidad y eficiencia de una unidad de cuidados intensivos por la complejidad y el significado que reviste, debería ser continuamente reevaluada. Por lo tanto, examinar la objetividad de los criterios de admisión y descarga, a través de la mortalidad ajustada por gravedad y el número de readmisiones, constituyen una herramienta valiosa para readecuar y definir apropiadamente la utilización de esta importante y costosa unidad de atención.



Lecturas recomendadas

Society of Critical Care Medicine Ethics Committee:Consensus statements on the triage of Critical Ill patients. JAMA 1994;271:1200-1203.
Kollef MH, Shuster DP : Predicting ICU outcomes with scoring systems: Underlying concepts and principles. Critical Care Clinics 1994; 10:1-18.
Bone RC, McElwee NE, Eubanks DH: Analysis of indications for intensive care unit admission - Clinical Efficacy Projects- American college of Chest Physicians. Chest 1993;104: 1806-1811.
Kraiss LW, Kilberg L, Critch S: Short-stay carotid endarterectomy is safe and cost-effective. Am J Surgery 1995;169: 512-515.
NIH Concensus Conference - Critical Care Medicine. JAMA 1983;2506: 798-804.
Society of Critical Care Medicine Task Force on Guidelines: Recommendations fpr intensive care unit admission and discharge criteria. Crit Care Med 1988; 16: 807-808.
Zimmerman JE, Wagner DP, Knaus WA: The use of risk predictions to identify candidates for intermediate care units - Implications for intensive care utilization and cost. Chest 1995; 108: 490-499.
Kollef MH, Canfield DA, Zuckerman GR: Triage considerations for patients with acute gastrointestinal hemorrhage admitted to a medical intensive care unit. Crit Care Med 1995; 23: 1048-1054.
Brett AS, Rothschild N, Gray-Rerry M: Predicting the clinical course in intentional drug overdose: Implications for the use of the intensive care units. Arch Intern Med 1987; 147: 133-137.
Paz HL, Crilley PC, Weiner M: Outcome of patients requiring medical ICU admission following bone marrow transplantation. Chest 1993;104: 527-531.
Denardo SJ, Oye RK, Bellamy PE: Efficacy of intensive care for bone marrow transplant patients with respiratory failure. Crit Care Med 1989;17: 4-6.
Bone RC: Consensus statement on the triage of critically ill patients. JAMA 1994; 271: 1200-1203.
Task Force of the American College of Critical Care Medicine, Society of Critical Care Medicine. "Guidelines for intensive care unit admission,discharge and triage. Crit Care Med 1999;27: 633-638.
Accreditation Manual for Hospitals. Department of Publications JCAHO, Oakbrook Terrace, IL.Continuum of Care 1996;155-160.

sábado, 4 de abril de 2009

PSICOLOGIA TRANSPERSONAL

Definiciones y Contextualizaciones sobre la Psicología Transpersonal
La Psicología Transpersonal surgió para abordar cuestiones que la Psicología mayoritaria había
marginado debido a una serie de creencias falsas que funcionan como limitaciones para la
comprensión de la naturaleza humana. La primera de estas falsas creencias es que el desarrollo
psicológico cesa al acceder a la madurez, creencia que comienza a ser desmentida desde las
propias instancias de la psicología evolutiva oficial. La segunda es que la salud psicológica puede
ser deducida del estudio de la patología. La tercera, que todos los estados no ordinarios de
conciencia y las experiencias místicas o transpersonales son insignificantes o patológicas.
Acompañando a estas creencias falsas, la psicología tradicional ha evolucionado en base a los
métodos aceptados por la comunidad científica y, como dijo Maslow, cuando la única herramienta
es un martillo, todo empieza a parecerse a un clavo.
El cientificismo y su soporte filosófico, el positivismo lógico, que se pretenden la única forma válida
de producción de conocimiento, han sido un lastre importante para la evolución del saber antroposocial,
empujándole hacia una concepción mecanicista propia de una anticuada visión de las
ciencias naturales. Paradójicamente, en el mismo momento que la conciencia era eliminada de la
psicología en nombre de la física, ya que según la visión cientificista la conciencia seria solo un
epifenómeno de la actividad cerebral, (según Moleschot el cerebro segrega ideas como el hígado
segrega bilis) la propia física volvía a necesitar de la conciencia para formular las leyes de la
mecánica cuántica, que posee una lógica interna diferente de la física newtoniana, y que son las
mismas paradojas que surgen al querer explicar la experiencia transpersonal.
Por ejemplo, las partículas subatómicas guardan entre si una relación contradictoria que permite
afirmar que cada partícula es al mismo tiempo todas las demás partículas. O sea, que ni siquiera
existe comunicación entre ellas, pues su relación no parece ser de naturaleza causal. Simultáneamente,
muchas de las personas que han alcanzado o experimentado transitoriamente este nivel o
estado de conciencia transpersonal, refieren una relación paradojal entre el todo y las partes. No
solamente las partes se encuentran en el todo, algo que es evidente, sino queel todo se encuentra
en las partes. Esto pone de manifiesto la coincidencia de un estado de conciencia con hallazgos de
la física moderna como la imagen holográfica, que David Bohm ha utilizado como base para su
teoría holográfica del universo, y el neurobiólogo Karl Pribram ha utilizado para su explicación del
funcionamiento cerebral, etc..
La Psicología transpersonal es entonces el estudio psicológico del desarrollo humano más allá del
ego (Vaughan en Grof, 1993) como también de las vivencias transpersonales, que son
"experiencias que implican una expansión de la consciencia más allá de las fronteras habituales
del ego, del tiempo y del espacio" (Grof en Rowan, 1996) durante las cuales "se puede
vivenciar como ilusoria nuestra identidad separada y aislada mientras que se vivencia como
real la unidad subyacente de toda la existencia" (Vaughan en Walsh y Vaughan, 1994).
La expresión "expansión de la consciencia" normalmente implica un segundo significado adicional
que se refiere a una paralela "expansión de la identidad", y en este sentido se trasciende no
solamente al ego sino también nuestra identificación con él.
Además se ha encontrado que las vivencias transpersonales ejercen una influencia positiva sobre
las personas que se plasma tanto en cambios perdurables a nivel fisiológico como a nivel
psicológico y conductual (Grof, 1993, 1994, y Walsh y Vaughan, 1994).
Uno de los fines principales de la psicología transpersonal es la delimitación de las fronteras y las
variedades de la experiencia humana consciente (Rowan, 1996) y también que apunta hacia una
integración general de las vivencias trascendentales en nuestra comprensión de los procesos
psíquicos. Esta última consideración implica la introducción y asimilación de las enseñanzas de los
sistemas psicológicos más antiguos y más ampliamente desarrollados, contenidos en las tradiciones
espirituales de la humanidad, a la psicología, fomentando así una armoniosa síntesis de
nuestros conocimientos científicos modernos con la sabiduría contemplativa y mística (Grof, 1993).
En este sentido puede decirse que la "perspectiva transpersonal considera oriental y occidental son complementarios" (Vaughan en Grof, 1993). que los enfoques
En principio, la Psicología Transpersonal comenzó estudiando las características, efectos y significado
de estos estados no ordinarios de conciencia , así como los medios de llegar a estas
experiencias cumbre, místicas, estéticas, trance, iluminación, etc.
Diversos autores han conferido a las experiencias transpersonales las siguientes características:
Carácter inefable: la experiencia que no se puede describir con el lenguaje usual.
Trascendencia del espacio y del tiempo: cuando se está en otra dimensión, el tiempo ya no
existe y el espacio tridimensional desaparece.
Sentimiento de lo sagrado: vivencia de que el universo es un lugar sagrado y que aquí y ahora
se está produciendo algo grande y digno de sumo respeto.
No Dualidad: desaparición de la percepción dualista yo-mundo o sujeto-objeto.
Cambio del sistema de valores y del comportamiento: cambio que tiende a los valores B de
Maslow (belleza, bondad, verdad), progresivo desapego de los bienes materiales, visión de una luz
y en ocasiones desarrollo de habilidades parapsicológicas.
Certeza de realidad: le confieren una certidumbre absoluta de que lo vivido es real, inclusive
mucho más real que lo vivido de ordinario en la cotidianidad.
Desaparición del miedo a la muerte: se percibe la vida como eterna, aún cuando la existencia
física es transitoria
La psicología transpersonal trasciende los límites de una lógica del individuo y en lugar de
considerarlo el centro de la cuestión, lo sume en una trama sistémico-ecológica de la realidad en
la cual constituye un elemento más, superando así la vigente epistemología del enfoque newtoniano
que sitúa al hombre en el centro del universo, cuando en verdad no es sino un elemento más
dentro del contexto.
La psicología transpersonal apunta, por ende, a la expansión del campo de la investigación
psicológica, para incluir dimensiones de la experiencia y el comportamiento humano que se asocian
con la salud y el bienestar, llevados a estadíos nunca antes considerados por la epistemología
positivista
Para conseguirlo, se nutre tanto de la ciencia occidental, fundamentalmente de aportes de la física
cuántica, de la astrofísica biotrópica y la relatividad einsteniana, como de la sabiduría oriental. De
esa manera, integra los conocimientos que aportan ambas tradiciones para conocer las potencialidades
del hombre.
La psicología transpersonal parte además de la base de que todos los enfoques y escuelas
psicológicas son complementarias entre sí y válidas por lo tanto en la parcela que cada una trabaja,
pero parciales respecto de una totalidad que no puede ser enteramente abarcada por ningún
enfoque único.
Asimismo su objetivo terapéutico básico no son los conflictos particulares (aunque los reconoce,
los trabaja y los integra) si no las soluciones generales, y su modelo referencial no son las personas
afectadas por síntomas neuróticos ni las llama- das "normales" sino los Héroes, los Budas , los
Cristos, los Gandhis, etc.
El campo de trabajo y estudio específicos de la psicología transpersonal es el espacio que se abre
entre un ego que ensueña incesantemente (inventando esperanzas para poder vivir mientras sufre
y se lamenta porque el mundo "no es como debería ser") y el Ser Luminoso, modelo de Sabiduría
y Compasión que convive con ese ego y busca florecer por todo y a pesar de todo.
Sobre la psicoterapia transpersonal.
El terapeuta intenta ayudar al individuo a ascender a niveles superiores de salud psicológica, a
desarrollar su capacidad de asumir la responsabilidad sobre sí mismo y sobre sus relaciones y
experiencias, a capacitarlo para que satisfaga de manera adecuada sus múltiples necesidades
físicas, emocionales, mentales y espirituales de acuerdo con sus preferencias y predisposiciones
personales y a contactarse con su propia dimensión trascendental a través de práctica de la vía
transpersonal. Para ello, el proceso no se ocupa tanto de la solución de los problemas particulares
per se, sino de la creación de condiciones en que se posibilite, según sea adecuado, la solución o
la trascendencia de los problemas (Vaughan en Walsh y Vaughan, 1994). El terapeuta no cura la
dolencia particular de la persona, sino que la capacita para que aprenda a contactar sus propios
recursos interiores y deje actuar sin miedo el proceso natural de curación, que es también un
proceso de crecimiento. Lo dicho lleva a los psicoterapeutas transpersonales a considerar que las
crisis significan cambio y que todos los clientes tienen capacidad de autocuración, la cual se ve
estimulada por el desarrollo de la conciencia transpersonal.
Por lo demás, la situación terapéutica es concebida de manera que ambos participantes trabajen
sobre sí mismos, cada uno de la manera más adecuada para su propio desarrollo. La consciencia
es entendida aquí como el instrumento y el objeto del cambio a la vez.
Para alcanzar sus propósitos, la psicoterapia transpersonal hace uso de todas las técnicas que se
encuentran a su disposición, ya que integra todas las teorías que se han estructurado para lograr
una comprensión más plena de la psique. La elección de las técnicas se adapta por completo a las
necesidades del cliente y a su estado de consciencia, ya que determinadas herramientas se
muestran más eficaces con determinados niveles de desarrollo de la consciencia (Wilber, 1994).
Para que ello sea posible, el terapeuta debería tener conocimientos teóricos y prácticos extensos
sobre diferentes técnicas psicoterapéuticas, y de esa manera contar con la posibilidad de hacer uso
de varias de ellas cuando resulte necesario.
Frances Vaughan, con fines de reflexión y aclaración teórica, ha hecho una útil distinción entre el
contexto y el contenido de la psicoterapia. El contexto queda siempre plenamente determinado por
los valores, las creencias y las intenciones del terapeuta. Un contexto transpersonal se crea según
ella cuando se trabaja con creencias abiertas en lo que se refiere al proceso terapéutico. Una de
tales creencias sería por ejemplo la idea de que todo tipo de valores y pensamientos, con
independencia de si son expresados abiertamente o no, afectan all proceso psicoterapéutico.
"Idealmente -dice-, una orientación psicoterapéutica transpersonal sirve de base a una integración
equilibrada de los aspectos físicos, emocionales, mentales y espirituales del bienestar" (Vaughan
en Walsh y Vaughan, 1994), y en este sentido se parte del supuesto de que en tal contexto la
sabiduría interior del organismo se sentirá libre para emerger como fuerza integradora y curativa..
Los contenidos, a diferencia del contexto, los determina y proporciona el cliente, y el contenido
nunca sera exclusivamente de naturaleza transpersonal puesto que de forma invariable reflejara
todas las experiencias vitales del cliente.
La actitud del terapeuta transpersonal debe ser en primer lugar de un compromiso profundo con su
propio crecimiento personal y espiritual. Esto es de gran importancia debido a que "el estado de
consciencia del terapeuta tiene un efecto profundo y de largo alcance sobre la relación terapéutica"
(Vaughan en Walsh y Vaughan, 1994) y por lo tanto en el cliente mismo. En este sentido es
necesario que la perspectiva transpersonal se manifieste en el terapeuta "no como una postura
ideológica ocasional, sino como un reflejo de su modo de vida" (Celis, 1996). El terapeuta debe
intentar llevar su desarrollo transpersonal en la relación terapéutica misma a dimensiones óptimas
para atender con plena consciencia a su cliente. El crecimiento de uno de los participantes en la
relación facilita enormemente el del otro. El psicoterapeuta debe estar dispuesto a encarar todo
obstáculo que surja con respecto a la percepción de sí mismo con el fin de establecer condiciones
favorables para su cliente.
El resultado exitoso de la psicoterapia transpersonal se caracteriza en términos generales por un
sentimiento ampliado de la identidad que con frecuencia se asocia a cambios motivacionales. Las
motivaciones dejan de estar dominadas predominantemente por los intereses propios y pasan a
conformarse en torno a intereses que trascienden a un individuo o a un ego en oposición a los otros
seres humanos y separado de ellos. Es probable que la persona manifieste una creciente aceptación
de cualquier experiencia humana y así reduzca la necesidad de utilizar sus mecanismos
defensivos. La apertura a lo transpersonal siempre se acompaña de un sentimiento de libertad
personal y una renovada sensación de ser responsables y de estar dirigidos desde nuestro “yo”
mas real. Por eso dejamos de sentir que somos manejados por fuerzas “exteriores” ajenas a
nosotros mismos. "Una vez que una persona ha despertado a las dimensiones transpersonales de
la experiencia, la vida misma se ve desde una perspectiva diferente" (Vaughan en Walsh y
Vaughan, 1994).
Resumiendo, podemos decir que una terapia verdaderamente transpersonal (que sera solo posible
si el terapeuta es un verdadero practicante de la vía transpersonal) implicara una expansión de la
conciencia del cliente, quien vera y sentirá cada vez mas claramente, que tanto sus sufrimientos y
conflictos “actuales” como su insatisfacción general provocada por su imperfección y sentimientos
de incompletud son nimiedades comparadas con las infinitas posibilidades que ya comienza a
vislumbrar y a experimentar.
De este modo, al disminuir la identificación con su melodrama interno y crecer su sabiduria, el
cliente experimenta una serenidad desconocida por él hasta entonces y una “abundancia” de
motivación positiva que en virtud de precisas leyes evolutivas se transforma inexorablemente en
simpatía-empatía hacia todos los seres sintientes (compasión), y del mismo modo que la conciencia
de vigilia “normal” se ve acompañada inevitablemente de pensamiento compulsivo alrededor de
temas relacionados con la inseguridad, los deseos, la preocupación, los miedos, etc., el desplazamiento
de los intereses personales del cliente desde su ego hacia valores superiores como la
bondad, la belleza, la creatividad, etc. marca el comienzo de una serie de cambios revolucionarios
que constituyen el amanecer del siguiente peldaño de la evolución de la vida, la Supraconciencia.
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miércoles, 25 de marzo de 2009

Huellas dactilares.



En materia de recolección de huellas, se expondrá los aspectos más relevantes por parte de Rescia (1998:160), en los siguientes términos:

La recolección de huellas debe dirigirse de acuerdo al tipo de delito cometido. No obstante para todos los delitos rigen los mismos principios de la búsqueda lofoscópica.

Es esencial que el recolector lofoscópico adjunte datos concernientes a la localización de huellas. Esto podría ayudar en un juicio oral y público. Tal información se refiere a la posición que tenía la huella (s) en la superficie, esto cuando existen varias huellas juntas.

Así ayudaría a determinar con precisión a cuales dígitos de la mano corresponden, lo que facilitaría la comparación lofoscópica por parte del técnico.

Otro aspecto importante de mencionar, es en relación con el estado de la huella. Si tenía alguna capa de polvo o estaba un poco opaca o si la huella se levantó de la parte interna o externa de una aletilla, puerta o parabrisas de un vehículo, vidrio de un negocio comercial o casa de habitación.

También hay que poner en práctica todas las medidas necesarias para que otras personas no toquen los objetos donde supuestamente existen huellas. Para ello pueden reunirse a los miembros de la familia en un solo lugar de la casa, oficina, centro comercial. Es preciso estar atento si concurren al sitio del suceso otras personas relacionadas al caso, como el médico forense, autoridad judicial de turno, investigadores, para que no entren en contacto con superficies que luego revisará el encargado de colectar las huellas. El uso de una buena linterna, especialmente en aquellos lugares un poco oscuros, facilitará el trabajo, ya que las huellas pueden descubrirse mirando desde un ángulo adecuado.

En cuanto a la fijación, fotografía y levantamiento de huellas latentes, Rescia (1998:175) nos ilustra el procedimiento de la siguiente forma:

En el sitio del suceso o en el laboratorio, el colector aplicando los materiales apropiados hará visibles las huellas latentes localizadas. Luego fijará cuáles son las huellas que va a levantar y las numerará usando flechas adhesivas para tomar las respectivas fotografías. Las huellas deben ser rotuladas en número correlativo. Lo mismo el objeto o superficie en donde se encuentra la huella debe ser numerado, para demostrar con exactitud los lugares en que se encontraban las huellas.

De acuerdo con las posibilidades, las fotografías serán tomadas desde diversos ángulos para establecer la ubicación del objeto con las huellas, en el área general de la escena del crimen, lo mismo que debe fotografiarse el lugar y la huella latente. Todo ese procedimiento se aconseja llevarlo a cabo para dejar constancia del estado de las cosas.

Las huellas moldeadas, coloreadas, halladas en el sitio del suceso que presenten crestas papilares aptas para estudio lofoscópico, se fotografían siguiendo las mismas indicaciones para huellas latentes.

Efectuadas las fotografías de las huellas latentes, se levantan del soporte usando cinta adhesiva transparente. La cinta es colocada encima de la huella y con poca presión ejercida en una sola dirección el rastro de la huella se pega a la cinta. Luego se coloca en un documento oficial donde tiene una serie de datos que deben ser llenados por el colector.

Finalizada la inspección ocular o bien en el laboratorio, el recolector llenará el acta de levantamiento para dar validez legal al acto y cumplir con lo estipulado en el artículo 136 del Código Procesal Penal.

Para efectos de complementar la anterior posición del citado autor, a continuación se expondrá el contenido del numeral en mención

Artículo 136.- Regla general
"Cuando uno o varios actos deban hacerse constar en un acta, el funcionario que los practique la levantará haciendo constar el lugar y la fecha de su realización. La hora constará cuando la ley o las circunstancias lo requieran.

El acta será firmada por quien práctica el acto y, si se estima necesario, por los que intervinieron en él, previa lectura. Si alguien no sabe firmar, podrá hacerlo, en su lugar, otra persona, a su ruego o bien un testigo de actuación."

Asimismo en lo que respecta al presente tema de estudio, Brenes (1996:13) nos expone una serie de observaciones de gran importancia en los siguientes términos:

En cuanto a la fijación una vez revelada la huella latente se procede a fijarla mediante testigos numéricos. Se rotula el objeto o superficie en donde se encuentra la huella y luego se realiza el mismo trabajo con el rastro latente. Para ello se utiliza unas flechas adhesivas que se colocan señalando la huella y se le escribe el número que le corresponde (desde el número 1 hasta el final)

De igual forma se procede con las huellas moldeadas y coloreadas.

En lo concerniente a la fotografía es uno de los recursos más importantes con que cuenta la lofoscopia para llevar a cabo su propósito. Será tomadas desde diversos ángulos para establecer la relación del objeto o superficie que tiene las huellas con el sitio del suceso.

Por último, se procede a obtener una foto de acercamiento de la huella latente.

La fotografía debe realizarse para dar cumplimiento a lo que dispone el artículo 4, inciso 4 de la Ley Orgánica del Organismo de Investigación Judicial, en donde señala muy claro que se debe dejar constancia del estado de las cosas.

Antes de proceder a levantar la huella latente, se hace necesario tomar la respectiva fotografía, pues se corre el riesgo de destruirse en esta operación. Además es importante para demostrar ante el Ministerio Público y el Juez, el lugar específico donde estaba la huella y evitar cualquier duda.

En ocasiones no es tan nítida la huella latente recolectada, por consiguiente se puede acudir a la fotografía para examinar los detalles característicos.

Finalmente en relación con el levantamiento una vez que se ha revelado y fotografiado las huellas, se procede a levantarlas usando cinta adhesiva transparente.

La cinta transparente que se usa en los levantamientos de huellas, tiene una superficie adhesiva duradera, y facilita su manejo en lugares curvos, y planos. Su tamaño varía para este propósito y las casas comerciales las ofrecen desde una y media pulgada de ancho hasta cuatro o más pulgadas.

a. Uso de la cinta transparente: se utiliza un pedazo de cinta amplio para cubrir la huella latente y dejar un margen grande.

b. La cinta se separa del rollo con un movimiento continuo, ya que si se interrumpe dejará sobre la cinta marcas en forma de líneas.

c. Se coloca la cinta sobre la huella latente en forma pareja, de esta manera eliminamos cualquier posible arruga o aire atrapado, lo cual podría dañar la huella. Esto se logra sosteniendo uno de los extremos de la cinta y colocando el otro extremo sobre el margen derecho o izquierdo de la huella latente.

d. Alise cuidadosamente con los dedos el resto de la cinta, hasta cubrir totalmente la huella incluyendo el margen que debe ser aproximadamente tres centímetros. Evite dejar burbujas de aire.

e. Para proceder a levantar la huella, se despega uno de los extremos y se levanta en forma suave, pareja y con un movimiento continuo.

f. La huella latente se traslada a una tarjeta apropiada, en forma similar a la colocación de la cinta sobre la huella para levantarla.

Después de efectuado el levantamiento de las huellas latentes, se llena el acta de levantamiento de huellas y se procede a la toma de las impresiones digitales o palmares de descarte.

Asimismo en relación con el acta de levantamiento de huellas y la solicitud de dictamen, Brenes (1996:22) ha sostenido lo siguiente:

El acta de levantamiento de huellas se confecciona para darle validez legal a la recolección de las huellas.

Entre los errores más frecuentes que debe evitarse se tienen los siguientes:

a. Omiten anotar el nombre de la persona que le tomaron las impresiones digitales o palmares.

b. Falta la firma de la persona a quién le tomaron las impresiones y el nombre de quién las tomó.

c. A muchas de estas tarjetas las hace falta nitidez, quizás porque la persona no se lavó las manos.

d. Algunas les hace falta rodaje en los dedos o vienen las manos invertidas, con mucha o poca tinta.

e. En ocasiones levantan huellas palmares y lo que remiten son tarjetas decadactilares (de dígitos).

Finalmente el citado autor señala en cuanto a la solicitud de dictamen lo siguiente:

Para que las huellas latentes sean analizadas por los técnicos criminalísticos en lofoscopia deben remitirse al archivo criminal junto con la solicitud de dictamen, acta de levantamiento de huellas de impresiones digitales o palmares de descarte.

La misma persona que levanta las huellas y firma el acta de levantamiento, registro de las huellas latentes, debe remitir la solicitud de dictamen para evitar romper la cadena de custodia.

Debe coincidir el número de huellas anotadas con el acta de levantamiento con las de la solicitud de dictamen.

Cuando soliciten comparar las huellas con determinado número de expedientes de Delegación, anote el nombre de la persona que le corresponde ese número, pues en algunas ocasiones ese número fue refundido en un número de San José.

También en la solicitud deben escribir el número de rollo fotográfico donde están las tomas.

lunes, 23 de marzo de 2009

EMERGENCIAS Y CRIMENES

Preservación en una Potencial Escena de Crimen
Randall01-nov-2006, 05:04
Preservación en una potencial escena de crimen…

Dr. Randall Valverde S.

Es de suponer, que en alguna medida los involucrados en el mundo de las emergencias y en especial en el caso de búsqueda y rescate, nos ha pasado por la cabeza alguna de estas preguntas ¿Cuándo atendemos a un paciente de un disparo o apuñaleado que hacemos con la evidencia? ¿Qué debemos hacer al encontrar a una persona sin vida? ¿Qué cuidado debemos tener? ¿En alguna ocasión habremos modificado una escena de crimen?

Son muchos los escenarios en los cuales diariamente nos vemos involucrados durante nuestro trabajo, pero más aun al realizar una búsqueda o un rescate. En la mayoría de ocasiones son escenarios de campo, donde muchos factores naturales intervienen y pueden modificar por si solos una escena. Pero cuantas veces no tenemos el cuidado necesario para preservar detalles esenciales para las futuras investigaciones en el ámbito policial o judicial como lo son huellas, muestras de lucha, de las armas, de las manchas de la sangre, etc. Las cuales también las podemos encontrar en una habitación o en la calle y no solamente en un rescate.

Para los técnicos de las escenas de crimen, nombrar el problema más grande que encuentran en su trabajo tiene constantemente la misma respuesta -- contaminación de la escena de crimen – por parte de personal de emergencia, de oficiales y de curiosos.

Claro está que nuestro trabajo primordial e ineludible es brindar los primeros auxilios y la evacuación o rescate, en el caso de que aun se pudiera hacer algo por el paciente. Sin embargo, ¿Intentamos proteger la escena tanto como nos es posible? ¿En tu lugar de trabajo existe algún protocolo para estás situaciones?

Secundariamente a nuestro trabajo, sería muy conveniente el brindar la mayor colaboración con las autoridades. Si somos el primer respondedor en la escena o el líder de grupo, debemos asegurarnos de la preservación de una escena para salvaguardar contra la destrucción o la contaminación de lo que puede ser posible evidencia.

El Señor “Drew Fried, EMT-B” en su articulo “The Crime Scene and the EMT” (Essentials of Emergency Care 3Ed) indica “cuando son los primeros en la escena (EMS = Servicios de emergencias medicas ) hay pasos que deben ser seguidos. Estos son: aprenden, identificar y preservar la evidencia, ser observadores, recordar lo que usted toca, y reducir al mínimo el impacto en la escena" Muchas veces, los investigadores de la ley no sabrán sin su ayuda, qué se ha movido, tocado, o aún qué ropa usaba la víctima.

Ocasionalmente, puede ser necesario mover los muebles para acceder al paciente. Cuando esto es necesario, observe donde estaban los muebles y a donde fueron movidos, incluyendo también la posición de la evidencia física que pudo haber sido movida. Usted debe también observar quién movió la evidencia

Hay dos tipos de errores que dañan una escena de crimen: Errores de comisión y errores de omisión.

1-. Errores de comisión: ocurre cuando los ciudadanos, los testigos, los oficiales, o el personal de emergencia manchan huellas digitales, caminan sobre la evidencia, agregan sus propias huellas digitales, cambian la escena, caen cenizas de cigarrillo, etc. En cualquier momento cualquier persona destruye evidencia existente o agrega "evidencia" (los extremos (colillas) del cigarrillo), en estos casos un error serio ha dañado la escena de crimen.

2- Error de omisión: ocurre cuando el personal no pueden notar un olor de perfume o humo del cigarro, no puede escuchar las personas que están paradas cerca de la escena que discute el crimen, o falla en los esfuerzos de proteger la evidencia existente que puede ser destruida de otra manera.

Hay que hacer notar que estos errores son no intencionales, pero que pueden complicar o entorpecer una investigación policial o judicial.

Algunas recomendaciones que podemos seguir son:

1-Una persona se debe acercar a la escena para determinar la línea de conducta.
2- El resto del equipo debe permanecer detrás
3-Haga que todos los el personal utilicen la misma trayectoria de la entrada y de la salida.
4-No camine a través de los líquidos en el piso ni ponga ningún equipo sobre él
5-Al quitar la ropa del paciente, déjela intacta tanto como le sea posible. No corte a través de los agujeros hechos por disparos o puñales.
6-No sacrifique el cuidado paciente a costo de la evidencia.
7-Considere solicitar un oficial de la ley para que acompañe al paciente en la ambulancia al hospital
8-Informe al personal que recibe al paciente en el hospital, que esto es "un paciente de la escena de crimen"
9-Para los accidentes de tráfico, preserve la escena parqueando lejos de las marcas de frenado y cualquier de de la resbalón.

Al verificar el fallecimiento del paciente:

A- Notifique inmediatamente a la autoridad respectiva.
B- No mover al paciente
C- Establezca un perímetro para proteger la escena, salvaguarde la escena limitando con cinta el área entera.
D- No mueva cualquier cosa a menos que absolutamente sea necesario
E- Al grado que sea posible, evite la contaminación de la evidencia
F- Intente proteger la escena tanto como sea posible.
G-.Utilice solamente el personal necesario.
H- El resto del equipo se debe excluir del área.

El trabajo en una escena de crimen puede ser uno del más difícil para el personal pre hospitalario o rescatador. Usted debe tratar al paciente mientras que hace todo lo posible para proteger evidencia física, si esto es posible. Esto puede ponerle en una posición incomoda. Recuerde que lo primero es el paciente. Nunca retrase el cuidado del paciente para recoger evidencia. Recoger evidencia no es el trabajo del personal pre hospitalario pero podemos ayudar a preservar una escena de un crimen. Claro esta, nunca se sabe cuando un pedido de ayuda médica es resultado de un acto criminal por ello hay que estar atentos.

Bibliografía consultada:

Administration/ crime escenes/ preservation of evidence, IDAHO EMS Guideline, http://www.healthandwelfare.idaho.gov/_Rainbow/Documents/medical/admn_crime_scene.pdf

Miscellaneous Protocols, Crime/Accident Scene – Protection and Evidence Preservation by Non-Police Personnel, City of Bellingham, FIRE Department, http://www.cob.org/cob/policies.nsf/5e5b3a1046572f618825714e005a1b6c/6827529d3e35bf7e88256acd005acde9?OpenDocument

Preservation of Crime Scenes and Evidence, Correctional Service of Canada, http://www.csc-scc.gc.ca/text/plcy/cdshtm/568-4-cd_e.shtml

Protecting the Crime Scene, D.H. Garrison, Jr. Forensic Services Unit Grand Rapids, Michigan, Police Department http://library.thinkquest.org/TQ0312020/protecting_the_crime_scene.htm

Summary of Crime Scene Preservation in LSAR, Rescue Training Resource and Guide, http://www.techrescue.org/cms/content/view/607/62/

The Crime Scene and the EMT, Drew Fried, http://fe.pennnet.com/Articles/Article_Display.cfm?Section=OnlineArticles&SubSection=FREMS&PUBLICATION_ID=25&ARTICLE_ID=171828&VERSION_NUM=2&p=71

INVESTIGACION FORENSE,intro.


Para efectos de realizar un abordaje más idóneo sobre la temática en estudio, se utilizará literatura nacional y extranjera, sobre los diversos procedimientos de ejecución de la cadena de custodia, sea recolección, levantamiento, embalaje, entre otros.
De previo a desarrollar los citados procedimientos, tenemos la reflexión del autor Vanderbosh (1991:79) con respecto a los métodos en la colección, marca y embalaje:
Los métodos correctos empleados en la colección, marca y empaque de la evidencia, se puede anular si usted no puede dar razón de las personas que la han manejado, examinado o almacenado. A todo este proceso que se relaciona con la evidencia se le llama "cadena de posesión". Esta cadena de posesión se inicia cuando usted descubre la evidencia. Continúa hasta el momento en que los especimenes se presentan en la Corte. Como oficial de testimonio, usted debe conocerla y ser capaz de establecer la posesión en todo momento. Si usted no puede informar sobre una firma, o cualquier etapa en el manejo de un objeto que se presente como prueba, la defensa inmediatamente pondrá en duda la integridad y la admisibilidad de la evidencia y, lo más probable es que no permita su admisión en el caso. Usted puede establecer la cadena de posesión y proteger la integridad de la evidencia, siguiendo estas normas de seguridad: 1. Limite el número de individuos que manejan la evidencia, desde el momento en que se presenta en la Corte. 2. Si la evidencia deja de estar bajo su control, entonces: a) indique en sus notas a quién fue entregada; b) la fecha y hora; c) la razón por la que se entregó a otra persona; d) cuándo y por quién fue devuelta. 3. Asegúrese de que las personas que manejan la evidencia pongan su nombre, número de insignia y asignación en el paquete. 4. Obtenga un recibo firmado por la persona a quien se entrega la evidencia. A su vez, firme la relación de recibos o el recibo necesario, cuando la sección de objetos requisados le devuelva el objeto para su presentación en una audiencia de la Corte o de un Gran Jurado. 5. Cuando devuelvan la evidencia, verifique usted la marca de identificación del espécimen y asegúrese de que es el mismo objeto que usted entregó. Determine si se encuentra en las mismas condiciones que cuando fue requisado. 6. Cuando le devuelvan la evidencia, asegúrese de que se encuentra en las mismas condiciones o estado que cuando usted la encontró. Usted debe estar pendiente de las condiciones del espécimen y si este ha sufrido cambios durante el análisis de laboratorio. Cualquier cambio en su apariencia física deberá declararse ante la Corte.
El anterior nos hace ver la importancia que tiene el mantener la continuidad de la posesión de la evidencia para evitar cualquier vicio que produzca la nulidad de la misma.
A continuación se expondrá los diversos tipos de indicios materiales, que se podrían considerar como las comunes que se encuentran en el lugar de los hechos.
Asimismo en cuanto a los indicios materiales que no se haga mención en este capítulo, le resultan aplicables todas las reglas de cadena de custodia indicadas anteriormente
Los

domingo, 22 de marzo de 2009

ENREVISTA AL DR.LEVIN,CRIMINOLOGO.



LIBROS DE LA CRIMINOLOGA ARGENTINA QUIÑONES URQUIZA.

miércoles 4 de febrero de 2009
JACK LEVIN, pionero de la Criminología Norteamericana


Autoría y traducción: María Laura Quiñones Urquiza

El profesor Dr. Jack Levin de la Northeastern University en Boston, Estados Unidos, es uno de los popes de la Criminología Norteamericana. Además es sociólogo, investigador y precursor en su país del estudio de depredadores violentos.

Sus libros sobre el tema, han sido éxito en ventas, igualmente, es consultado por medios gráficos, televisivos e instituciones de gobierno para el análisis y captura de estos criminales.


¿Por qué eligió esta profesión?

A principios de 1980 descubrí que virtualmente, no había nada escrito en psiquiatría o criminología que tratara las características de los asesinos seriales.
Como resultado, decidí dirigir un pequeño grupo de estudio sobre asesinos seriales – con 42 de ellos en total – del cual realicé un perfil con sus rasgos típicos, características de sus víctimas y métodos de matanza. Posteriormente, este pequeño estudio se convirtió en un libro, el primer libro escrito sobre homicidio serial, titulado Homicidio en masa: La amenaza de Norteamérica en crecimiento, 1985 – en co autoría con James A. Fox, Plenum Press.)
Desde entonces, fui inundado con pedidos de información sobre asesinos seriales. He entrevistado a muchos de ellos, testificado en tribunales, sido consultado por la policía, abogados defensores y acciones judiciales. También me he reunido con amigos de estos asesinos, vecinos, parejas y miembros de su familia. Una vez cada tanto, converso con alguna víctima que tuvo la suerte suficiente de escapar de alguno

¿Cree usted que las escenas de sexo, desnudez y violencia en los medios o publicidades, ayudan a incrementar los instintos de los agresores sexuales?

No creo que la violencia en los medios (especialmente aquella que va unida al sexo) sea buena para nadie. La pornografía violenta impregna nuestra cultura, influenciando las mentes de niños pequeños, quienes crecen pensando que no se puede tener sexo sin violencia.

Pero creo que se necesita mucho más que la exposición mediática de sexo violento para crear un monstruo. En realidad, los asesinos seriales disfrutan viendo sexo violento, especialmente cuando no pueden realizarlo. En este caso, de cualquier modo sus preferencias a la hora de mirar son el efecto, no la causa de su propensión a la violencia. Es como aquellos que aman pescar y cazar solo leyendo revistas como “Campo y Río”, que tratan de lo que les interesa. Su elección de revistas, es más el resultado de su interés en ese tópico que una causa en sí misma.

En cuanto al efecto mediático de la violencia en los niños, estoy convencido que la supervisión adulta es el ingrediente faltante que puede reducir el impacto de la televisión y las películas, así como los juegos de video o la Internet

Hay una teoría que sostiene que las víctimas de pedofilia tienden a repetir este patrón, por lo cual la mayoría de estas víctimas se convierten en pedófilos. ¿Cuál es su opinión acerca de esta posición etiológica?

Esta es la misma idea que propone la controversia de que solo los chicos abusados se convierten en abusadores, lo cual es Falso. La verdad es que los jóvenes abusados sexualmente son ligeramente más propensos a cometer actos de abuso sexual, pero son pocas las probabilidades. Si nos enfocamos más en las víctimas, en realidad los estamos re victimizando.

De su autoría, he leído un artículo fuera de serie: “Apuntando al alma de una comunidad: seleccionado las pocas manzanas en mal estado”. Este es un fenómeno que se acrecienta en escuelas de Europa y Latinoamérica. Además de venganza, envidia o celos ¿existen otras motivaciones para que los jóvenes que han sido víctimas de constantes hostigamientos (bulling), lleven a cabo asesinatos a mansalva en sus escuelas?

Muchos estudiantes quieren desesperadamente sentirse importantes, especiales y poderosos. En lugar de esto, quizás son víctimas diarias de hostigamientos y humillaciones por parte de sus compañeros.
Los pistoleros escolares buscan venganza, pero muchos de ellos también desean alcanzar fama y celebridad. En Virginia Tech donde mató a 32 estudiantes y personal docente, Cho quería tanto ser visto como un tipo poderoso, que salió corriendo en medio de la masacre para hacer una escala en la oficina de correos más cercana y enviar mails con fotos de sí mismo al Noticiero NBC. Estas fotos lo mostraban posando como una persona poderosa y peligrosa, empuñado cuchillos y armas de fuego, tal es así que no podría pasar desapercibido


Para los padres y autoridades ¿existen métodos eficaces que apunten a prevenir estos crímenes?

Observar los signos de alerta mucho antes que el joven tenga intenciones homicidas. Tempranamente, los niños pueden ser hostigados en la clase, en el patio de juegos o después de la escuela. Aquí es cuando los padres, profesores y psicólogos escolares deberían intervenir, no porque el niño sea una amenaza o un peligro, si no más bien porque esta preocupado. Durante el proceso, deberemos favorecer la calidad de vida de tantos jóvenes y, al mismo tiempo, posiblemente prevenir uno o dos homicidios.

Actualmente, el canibalismo es practicado por muchas tribus de Sudamérica y Oceanía bajo la mirada de algunos gobiernos, pero si es practicada por criminales, es castigada. ¿Cuándo deja de ser una herencia cultural para convertirse en una perversión?

El canibalismo ha sido una costumbre socialmente aceptable en tribus de todos los continentes de nuestro planeta. En casos particulares de canibalismo (por ejemplo, el que practicaba el asesino serial Jeffrey Dahmer en Milwaukee, Wiscounsin), no son muy diferentes a ese respecto: fueron proyectados para mantener cerca a la víctima. Literalmente, ésta deviene parte del caníbal. En algunas sociedades se practica el canibalismo afectuoso, donde el cuerpo de un ser amado es consumido por sus familiares como parte del ritual funerario. Similar es el caso de Jeffrey Dahmer, quien quería mantener su compañía. Al ser rechazado por los seres humanos, consumía el corazón y los genitales de sus víctimas, así podían permanecer con él.